domingo

LOS CONCURSOS DOCENTES



Aunque las excepciones existan, hablemos de la regla.

Hasta hace algunos años los médicos gozaban de un altísimo respeto y aprecio entre la comunidad, pero con la implantación de la ley 100, que convirtió a la salud en un negocio más, los egresados de las facultades de medicina pasaron a ser meros peones contratados a destajo. En cuanto a los profesores universitarios, tenemos que decir que gracias a la ley 30, que promovió la privatización de la educación superior en Colombia, ellos van transitando por la misma senda, están perdiendo su valor de referente social y con el tiempo se les está convirtiendo también en contratistas es decir en subempleados de la categoría “hora dictada, hora pagada”. Los dos casos mencionados son ejemplos perfectos de las consecuencias de la aplicación del modelo neoliberal por parte de nuestras elites, porque con sus políticas económicas lograron que el Estado se desentendiera de sus obligaciones sociales de darle salud y educación a sus habitantes, se adueñaron del país y lograron que Colombia figure hoy entre una de las naciones más desiguales del mundo. 

UNIVERSIDAD DEL VALLE
Por su puesto que en una sociedad donde la falta de oportunidades es la norma general y donde la democracia y la “meritocracia” no pasan de ser una mera caricatura procedimental, los docentes universitarios se han visto presionados a cambiar sus estrategias de supervivencia: acceden a las instituciones de educación superior por el sistema clientelar o por los esquemas de simulación académica. En aquellas instituciones donde la educación es un negocio “sin animo de lucro” los profesores son vinculados mediante cadenas de recomendación. Muchos son contratistas porque de esa manera se les puede pagar menos, se maximizan la ganancia y se les puede echar más fácilmente. Aunque existan eventualmente concursos de méritos, no hacen más que confirmar la regla del sistema de roscas pues, por ser entidades de carácter privado, no pueden ser sometidas a escrutinio público y al concederles la ley autonomía, pueden contratar o desvincular según su criterio. En universidades de religiosos por ejemplo no es raro ser expulsado por sus creencias o "Faltas a la moral cristiana". Además en ellas, la investigación no tiene un peso real, no se propician valores de compromiso social (Si acaso acciones de caridad) y como el estudiante es un cliente, tienen poder de veto sobre los profesores. 

Al pasar a analizar lo que sucede con las universidades públicas recordemos cómo, no obstante que la norma obliga al establecimiento de concursos de méritos, el sistema de clientela tiene un peso enorme e indestructible porque los tentáculos del Capital Social, es decir las relaciones parentales y de amigos de los amigos, han logrado y siempre podrán mimetizarse en la maraña de los procedimientos burocráticos para burlar la ley. En consecuencia no es extraño encontrar que en una misma universidad se presenten casos muy ampliados de nepotismo, donde hermanos, esposas e hijos, llegan a ser al mismo tiempo profesores, empleados o trabajadores. Caso concreto lo vi en univalle donde un alto directivo era casi jefe de sus dos hermanos y su esposa. Además como estamos en tiempos de la globalización, hemos visto cómo en los últimos años algunos docentes han logrado traspasar, con sus tentáculos, los continentes y los océanos, para construir sus redes de intereses y poder. Esto es muy importante pues, de esta forma se consiguen becas, viáticos para congresos, figuración en revistas indexadas, comisiones de estudio, los proyectos de investigación y mil cosas más.

La otra estrategia para lograr en enganche y/o el ascenso de posiciones es mucho mas exigente por requerir de cierta dosis de inteligencia: me refiero a la simulación. Para ser claros digamos que ella se logra con: 
• El manejo de una jerga especializada que supuestamente viene respaldada por un aparataje conceptual profundo e internacionalmente aceptado. 
• La maximización de un currículum vite. Hay que saber qué conseguir para rellenarlo y cómo sacarle mayor partido a su experiencia. 
• Una permanente demostración de estar dispuesto a conservar las formas y tradiciones de la academia. 
• Y en consecuencia, la exhibición de un espíritu servil que riñe con la originalidad, espontaneidad y la sinceridad (valores obsoletos en la modernidad). 

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA
Sin perder de vista las estrategias mencionadas pasemos a considerar las formas de contratación en las Universidades Públicas. En las últimas décadas y debido a las distintas formas de presión que ejerce el gobierno central para desfinanciar la educación superior y a veces para lograr la ampliación de cupos, ha existido una tendencia a ampliar el número de profesores, pero sobre todo de los contratistas por su bajo costo. Éstos pueden ser elegidos mediante la apariencia de concurso o designados a dedo, dependiendo de la unidad académica y de la universidad. Y pueden tener contrato como catedrático (es decir por hora), también están los contratistas de medio tiempo y los contratistas de tiempo completo denominados también “Ocasionales”. Eventualmente aparecen los enganchados por prestación de servicio y los auxiliares de docencia (los que aún son estudiantes). Como se puede apreciar es un abanico amplio de posibilidades que tienen los rectores de las universidades públicas para congraciarse con el gobierno central y demostrar eficiencia a bajo costo. Lo malo es que por esta vía se fomenta la mediocridad porque el profesor no es tenido en cuenta en la planificación académica, no tiene atención a estudiantes, no puede presentar proyectos de investigación, no goza de vacaciones pagas ni servicio médico en julio ni en enero, no dispone de oficina propia, sus años o décadas de dedicación a la universidad no son tenidos en cuenta a la hora de los concursos de méritos para ser nombrado y a diferencia de los peones de industria no tiene acceso a caja de compensación familiar. Por consecuencia es imposible esperar que esta masa de subempleados surjan aportes nuevos al conocimiento científico, ni mucho menos que proyecten un mínimo  sentido de pertenencia institucional. 


Ahora pasemos a ver cómo es el procedimiento para ser profesor nombrado o de carrera. Lo primero a destacar es que según la ley deben pasar un concurso de méritos y los parámetros para dicho procedimiento lo establece cada universidad de acuerdo también con las solicitudes de cada unidad académica. Desde ahí la cosa arranca mal, porque en la puja interna, el grupo poderoso es quien determina las características del profesor que solicitarán a la administración central. Hay unidades que demandan perfiles tan específicos que uno ya sabe de antemano quién ganará. En cierta oportunidad poco les faltó que dijeran que se necesitaba  una profesora chiquita culoncita y bonita… que tenía nombre propio y cuyo respaldo básico al interior de la universidad era su querido esposo. Y claro! ella quedó porque su esposo había logrado previamente tener como compañeros de jurado a colegas que trajo de otras universidades del exterior. En otra oportunidad tuve la oportunidad de adivinar quien ganaría, porque la familiaridad de uno de los candidatos con el jurado fue evidente, solo necesitaban formalizar un deseo construido con años.

Paradójicamente a veces tener conocidos en una unidad académica es un problema porque en las pujas de poder los amigos acomodaticios prefieren evitarse dificultades y polémicas ulteriores.

Una vez fijado el perfil la máxima autoridad académica lanza la publicidad del concurso anexando todos los requisitos y pasos a seguir para dotarlo de rigor académico. No obstante que se siguen implementando mecanismos cada vez más complejos para darle un barniz de transparencia a los concursos la realidad es que continúa triunfando la capacidad nacional para la manguala. Digo barniz porque se continúa dando gran peso a factores subjetivos de evaluación, así por ejemplo una universidad solicitaba “Una propuesta sobre el aporte y la capacidad de integración que el aspirante ofrece al programa o área académica y a la Universidad, a la luz de la visión que debe guiar su desempeño: aptitud de maestro, espíritu de responsabilidad, capacidad para integrar las misiones sustantivas de la Universidad, sentido humanista, actitud racional, disposición para la interdisciplinariedad, vocación en la formación de ciudadanía, reivindicación del sentido de lo público, sentido de la autonomía, y espíritu de solidaridad” Es que definitivamente son fantásticos a la hora de escribir !! y el papel puede con todo.

Veamos pues qué es lo regularmente le solicitan a los aspirantes: 
• Rellenar un formato super engorroso de hoja de vida por internet, porque la hoja de vida que uno elabora no sirve. Experiencias fuera del campo solicitado para el especialista estrecho, no se tienen en cuenta.
• Constancias de todas las afirmaciones realizadas: titulos, publicaciones, premios etc. (publicaciones de mas de 5 años de antigüedad no sirven y experiencia docente de más de 5 años tampoco.
• Certificar el haber participado en “Proyectos de Investigación” (roscas académicas que muchas veces ni publican sus resultados)
• Cartas de recomendación “académicas” es decir referencias clientelares. (documento que hasta muchas veces uno mismo tiene que elaborar). Pero presentan el absurdo de ser requisito sin valor ponderable. 
• Como se puso de moda el cuento de los Proyectos de Investigación toca hacer uno según temas que a ultima hora proponga cada universidad. Hacerlo por escrito y luego mediante conferencia publica, para tres personas en 15 minutos. Pero se aclara que no hay garantía de ulterior financiación. 
• Se pide una presentación fingida de una conferencia sobre otro tema ante el mismo nutrido público con 15 minutos de duración.
• Luego viene un examen de ingles de 3 horas.

Hasta ahí lo legal pero tácitamente se sabe que:

  • Piden unas calidades que ni los propios convocantes tienen: idiomas, publicaciones, títulos, etc.
  • En términos generales piden no ser egresados de la misma universidad para evitar la endogamia. Pero según el jefe tiene excepciones la norma y no se evita la exogamia rosquera.
  • Otros sistemas excluyentes son los concursos para jóvenes talentos, denominados eufemísticamente "Semilleros" que en realidad significan concursos para pupilos o apadrinados. Un mecanismo que genera deudas clientelares y lealtades silenciosas.
  • Según estos criterios Leonardo D´Vincy no sería profesor, tampoco muchos premios nobel, ni personas de formación integral por ser "diletantes".
Luego hay una preselección de acuerdo con los documentos remitidos pero solo el jurado sabe cuál es a ciencia cierta la tabla de mediciones y si la aplica bien o no. Posteriormente toca viajar para hacer la presentación personal o hacer la video conferencia. Los jurados califican según sus propios prejuicios e intereses dando altísimos puntajes a los pre-referenciados y bajícimos a los demás, para garantizar un margen de diferencia bien notorio. Así entonces el examen de ingles tiene valor de hasta 5 puntos, mientras que la presentación de la conferencia 150. Generalmente el que gana es aquel que supo aplicar con mayor maestría sus cartas clientelares y sus estrategias de simulación.

Las apelaciones son tiempo perdido. Y aunque en los últimos eventos se viene hablando de veedores, pronto nos daremos cuenta que es otra forma de prolongar la farsa. En mi criterio una posible forma de contrarrestar el subjetivismo es nombrar jurados externos a cada universidad que valoren, de acuerdo a una tabla previamente establecida: la Hoja de vida, sus publicaciones y la experiencia docente. Si van a ser personas que darán sus cátedras en ingles, en francés o en ruso, entonces sí pedirle una prueba de idiomas.  No exigir doctorados porque se ha convertido en otra fórmula economicista que asumen las universidades para eludir la formación de sus propio personal y otra manera de ayudar a conservar la estructura elitista de la sociedad.

Finalmente comentar que desafortunadamente son los mismos profesores universitarios quienes están destruyendo la estima social por esa profesión por cuando se vienen contratando por el sistema de roscas a: simuladores, especialistas y tecnócratas (de las ciencias, las ingenierías, de la historia, de la literatura etc), pero a muy pocos humanistas profundos que tengan mente amplia y la audacia para impulsar a los nuevos espíritus transformadores. Por lo pronto seguirán gobernando los godos que solo sirven para cuidar sus puestos, sus pequeños privilegios y en ultimas los de la casta gobernante.

Que bueno seria establecer un solo mecanismo de contratación con pautas objetivas, desde el ministerio, para evitar las estrategias de los patrones regionales.

Lamento haberme quedado corto en los ejemplos, pero no olviden que la realidad, supera toda síntesis e incluso a la ficción

Quien escribe ha participado en concursos de las siguientes universidades:
Universidad Atonoma de Bogotá
Universidad del Quindío
Universidad de Antioquia
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá
Universidad del Tolima.
y al menos 12 veces en la Universidad del Valle.


UNIVERSIDAD NACIONAL Bogotá
Fotos Céss


viernes

El MIO no es suyo


El Mio en montoneras en la calle 13, la via que destrozaron arquitectónicamente.
Ahora cuando los medios con tanto ruido (nada desinteresado) reproducen las dificultades del sistema de transmilenio, vale la pena empezar a evaluar y discutir lo que ha significado la implementación del Mio en Cali, para evitarnos los traumatismos de la ciudad capital. Si no logramos que los ciudadanos expresen sus opiniones en el ejercicio pleno de sus derechos políticos y sigamos dejándole la toma de decisiones a los tecnócratas con su verborrea de especialistas, el transporte público irremediablemente se irá por el viejo camino del despelote porque el Mio no es nuestro, es un monopolio privado que funciona aprovechando las inversiones públicas en infraestructura.
Esto es muy importante recordarlo pues ya sabemos, con la experiencia de las EPSs, lo que sucede cuando priman los intereses de los capitalistas sobre el interés general. Evidentemente la implementación del Mio ha significado una mejora sustancial para las condiciones de vida de muchos de los ciudadanos, se acabaron los buses destartalados, la guerra del centavo, la patanería de los conductores y las paradas en medio de la calle, entre otras cosas. Y aunque todavía hay quienes añoran el viejo despelote la mayoría pedimos que lo nuevo debe y puede seguir mejorando con la intervención efectiva de los ciudadanos y del Estado. El potencial es enorme porque cada vez que hablo con alguien sobre este tema, van surgiendo nuevas ideas, aparecen críticas, recomendaciones, señales de advertencia etc. Pero, el problema es que la gerencia del Mio no está recogiendo el sentir de sus usuarios y eso es grave porque generará indiferencia y posteriormente malestar. 
En lo personal considero que en la implementación del sistema estamos volviendo a caer en el error de meter por las principales vías demasiadas rutas, generando congestión vehicular, lentitud en las estaciones y lo peor, duplicación de esfuerzos, algo que se aprecia cuando pasan buses a medio llenar. Lo otro es que, a pesar de las cuantiosas inversiones en el centro, dejamos pasar la oportunidad de contar con espacios amables para los ciudadanos, con senderos o calles peatonales, bien iluminadas y limpias. Todo porque a los tecnócratas ingenieros se les ocurrió la idea destrozar la calle trece y volver a llenar esa arteria y la calle 15 con innumerables rutas, que obligadamente viajan a paso de tortuga. Me parece que en lugar de aumentar el número de las rutas, el futuro está en maximizar el sistema de transbordos con un esquema que comprenda dos rutas circulares, una atendiendo al centro y otra perimetral, dos rutas diametrales y otras de carácter radial y tangencial. Lo cierto es que los ciudadanos, si queremos que nuestras vidas mejoren debemos acostumbrarnos a exigir que el sistema se vaya ajustando a nuestras necesidades y a pensar que los buses no pueden llevarnos hasta la puerta de la casa. 
En cuanto a las rutas alimentadoras; es evidente que hacen falta rutas para acabar con el viejo servicio; carecemos de paraderos que nos protejan de la lluvia y el sol; no hay señalización ni elementos de información suficientes; y en muchas partes hay un excesivo gusto por parar. Con esto último perdemos todos, hacemos del trasporte un sistema lento y ayudamos al deterioro de los vehículos.
Otro aspecto super lamentable es que en nombre del Mio se vienen destruyendo las zonas verdes para echarles cemento y asfalto. También se hacen adornos estúpidos como fuentes de agua que nunca funcionan y jardines que luego se abandonan.... porque los recursos del Estado son para despilfarrar. Y que decir que luego de destinar millones de pesos en estaciones y zonas peatonales ahora han quedado a merced de los vendedores informales y los motociclistas!
La lista de observaciones son muchas y la crisis se aproxima, pero como he indicado, lo ideal es que cada cual se apersone del tema y vayamos expresando nuestras opiniones. Yo dejo aquí mis ideas y le cedo al lector el turno para que algún día el Mio, usted lo sienta como suyo.

¿Sabe usted cuantos metros cuadrados de zona verde pierde cada año la ciudad de Cali con las obras de Metrocali, para el monopolio "mio"?