miércoles

NAVIDAD EN FAMILIA, ESCUELA DE HIPOCRESÍA


La estupidez humana sobrepasa los límites de la razón, porque la masa está compuesta fundamentalmente por individuos pusilánimes que actúan empujados por el rebaño, incapaces de detenerse un instante para evaluar críticamente lo que pasa con sus vidas, o la de los demás. Es por eso que no sorprende que en la historia se produjeran el circo romano, las cruzadas, la inquisición, el holocausto nazi, la bomba atómica y aún hoy persistan la tauromaquia y las fiestas decembrinas.

Los pueblos como las personas sin dignidad,
simplemente viven de los imaginarios ajenos.
Así en Colombia la navidad se vive pensando en la nieve!


¿Pero y qué tienen de malo las navidades? Se preguntará el lector. Se ha puesto usted a pensar ¿cuántos miles de millones de toneladas de recursos naturales destrozamos cada año durante esas fiestas? Y ¿Sabe usted cuantas personas en el mundo sufren porque no pueden estar a la altura de esa alegría masificada que llamamos tradición y de la cual tanto provecho sacan, los emporios económicos? Las estadísticas de embarazos no deseados, alcoholismo, drogadicción, riñas y suicidio, que se dan por esos días, nos indican, que la cosa no es color de rosa.

Ciertamente la navidad es la más universal de las festividades, pero lo que se olvida es que tiene su origen en una impresionante mezcolanza caprichosa de creencias paganas, cristianas y comerciales. (Véase por ejemplo: http://rcg.org/es/folletos/ttooc-es.html).
Y hoy es tanto el despelote que ya prácticamente se unieron las calaveras y los murciélagos del Halloween con los ridículos villancicos, los Papás Noel, y los reyes magos. De suerte que estamos de fiestas desde el 31 de octubre hasta el 6 de enero. Aunque en otros pueblos se extiende todavía más con las ferias locales, como la de Manizales.

Lo peor de esta época del año es el llamado que se hace para que “disfrutemos en familia” porque sin importar las circunstancias particulares, todo el mundo tiene que salir corriendo para estar cerca de sus “seres queridos”. Se compran cualquier cantidad de chucherías (calcetines, camisetas, adornos para un día, etc.) porque hay que llevar regalos y no parecer tacaños. Luego en casa hay que hartarse estúpidamente de comida y licor, organizar la rumba para unos cuantos pelagatos y poner carita feliz para las fotos que se exhibirán en el Facebook, pues los demás deben verlos muertos de la dicha, como todos los demás.

¡Que dicha, la familia !.

Pero si usted mira con atención el comportamiento de los miembros de una familia promedio notará que la navidad lo que hace es transmitir y fortalecer de generación en degeneración los milenarios esquemas de sometimiento e hipocresía que sustentan el mundo de hoy.

Empecemos por decir que cada año, en las navidades los hombres solemos quedarnos solos porque a nuestras compañeras les corresponde quedarse en casa, en familia. Esto sucede porque desde muy niñas, nuestra sociedad patriarcal mediante chantajes y amenazas directas o veladas las van convirtiendo en las encargadas de conservar las tradiciones. La figura paterna, Dios poderoso del hogar, no siempre es quien dice lo que hay que hacer, porque ya la madre conoce las reglas y se encarga de imponerlas con la ayuda de la abuela. Ella ayudará a las niñas a hacerse adultas para que el día de mañana desempeñen su rol de sometidas incluso con satisfacción y orgullo. Y así de generación en degeneración ellas preparan la comida, arreglan la casa y el arbolito, se tienen que poner bonitas, aprender a reír, a bailar y a estar siempre listas a satisfacer todos los requerimientos de los barones de la casa o los barones invitados. En cuanto a las mujeres invitadas, ellas también tienen que ayudar a que la navidad sea algo lindo y placentero. Los hombres se encargan de la transmisión de los valores de los machos. Acompañan a los chicos a quemar pólvora, se sientan a degustar de los licores y las comidas fuertes que ellas les llevan. Luego son llamados a la mesa para celebrar la llegada del Señor porque dios debía ser varón.

Respecto de la residencia de la linda familia tenemos que decir, que durante todo el año es una auténtica guarida de locos, pero de repente se transforma y aparecen el orden y los adornos porque lo importante, es tirar la casa por la ventana ya que es tiempo de aparentar elegancia y distinción. Los hermanos se sacan las uñas y ni se miran hasta que llega la Sena de navidad. Se ponen perfume y ropas nuevas. Al amigo que tantos favores le pidieron durante el año, se le invita otro día a tomar una copa de cortesía, porque qué pereza verlo ese día tan especial. Y aunque no tienen para reparar las goteras de la casa entre todos se obsequian los juguetes electrónicos más costosos y de última generación para evitar la frustración de no estar a la moda.

Por último la señora de la casa se toma fotos con su odiado yerno y le regala un paquete de pañuelos. A la bochinchera del barrio se le invita a tomar un dulce para que no hable mal en el barrio. Besitos van y besitos vienen. Así fluye la felicidad que casi todos tratan de copiar de las empalagosas historias que nos muestran en la televisión.

Un iglú en pleno tropico

  ***
Aaaaa  pero muy pocos son los que tienen el valor de esquivar la fuerza incontenible del rebaño. Qué pocos son los que rechazan prestarse a ese juego de hipocresía que fomenta la maquinaria consumista. Los que se atreven son mirados casi como seres antisociales. Pero, aunque no es fácil o cosa de un día, a quienes se sienten prisioneros de la tradición, les digo: es posible empezar a construir nuestra independencia para llevar una vida digna.

Como muchos no saben lo que significa esa palabra transcribo lo que se dice de ella en wikipedia: La dignidad, hace referencia al valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las personas pueden modelar y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de su libertad.



domingo

SOLEDAD, LA INFALTABLE COMPAÑIA



Miguelito, Soledad Dominguez, y Yolanda, son infaltables compañía. Tarde o temprano están con migo. Ellos me ayudan a pensar, a orientar mi rumbo y sobre todo me dejan trabajar tranquilo, sin interrupciones. Lo único malo es que aveces, también se ponen cansones con su indiferencia silenciosa y es entonces cuando me acuerdo de la persona que mas quiero. Pero uno no debe quejarse, porque evidentemente, no se puede tener todo a la vez.

Al respecto mi amigo Ramiro Ramirez me ha regalado sus reflexiones y estas frases de autores conocidos:

Por ejemplo de German Hesse la siguiente : Cuando se ha talado un árbol y éste muestra al mundo su herida mortal, en la clara circunferencia de su cepa y monumento puede leerse toda su historia: en los cercos y deformaciones están descritos con facilidad todo su sufrimiento, toda la lucha, todas las enfermedades, toda la dicha y prosperidad, los años frondosos, los ataques superados y las tormentas sobrevividas. Y cualquier campesino joven sabe que la madera más dura y noble tiene los surcos más estrechos, que en lo alto de las montañas y en peligro constante crecen los troncos más fuertes, ejemplares e indestructibles.

Viviré siempre erguido, orgullosamente, solitario como profeta predicando en el desierto ante la indiferencia y el desdén de mis contemporáneos, muy ocupados en hacer plata y en rezar para salvar el alma.

La libertad se alcanza solo a través de la soledad, en el caminar, el escribir, estar consigo mismo, la soledad es lo primero.  La soledad es la ausencia de opresión; ¿quién no quiere estar solo en algún momento del día, de la noche, de su vida?

El ser humano comienza a ser humano cuando es mayor de edad, antes siempre está bajo la vigilancia de alguien que supervisa cómo se viste, cómo piensa, qué amigos tiene. Estas personas como los pueblos oprimidos, jamás disfrutan de su soledad porque tienen microdictaduras. El menor de edad, las personas casadas, los trabajadores, tienen a la soledad como único recurso de escapar de la explotación y la opresión para estar consigo mismos, y decidir qué hacer con sus vidas, momento a momento, en las pequeñas decisiones de cada día, que son las que conforman la libertad.

Siempre conviene tener un sitio secreto y propio, en el que establezcamos nuestra verdadera libertad y nuestra principal soledad y retiro.  Allí es donde debemos ordinariamente platicar con nosotros mismos, haciendo de ese lugar tan privado que ningún conocimiento ni amistad extraña penetre. O allí hemos de discutir y  regocijarnos, sin mujer, sin hijos, sin bienes, sin pompas, sin criados; y de ese modo, cuando perdamos todo eso no nos será novedad pasarnos sin ello. Tenemos un alma que puede replegarse sobre sí misma y así puede hacerse compañía, poseyendo medios propios de asaltar y defenderse, de recibir y de dar. En semejante soledad no debemos temer sufrir una ociosidad enojosa.

El verdadero amor consiste en vivir el enriquecimiento mutuo, como una evolución que nos hará crecer siempre, dentro de una relación no determinada por su origen inicial y por lo tanto compatible con la soledad necesaria para vivir plenamente la libertad individual.

Los verdaderos científicos y artistas son, han sido y serán, en las condiciones generales de sus sociedades, hombres y mujeres solitarios; porque mientras las metas sean el éxito económico, la fama y el vertiginoso avance en la escala social de relaciones, muy pocos son los que permanecen sinceramente creadores.
Nunca estamos solos, pues estamos con nosotros mismos y con aquellos dignos de compartir nuestra soledad.

Los árboles han sido siempre para mí los predicadores más eficaces. Los respeto cuando viven entre pueblos y familias, en bosques y florestas. Y todavía los respeto más cuando están aislados. Son los solitarios. No como ermitaños, que se han aislado a causa de alguna debilidad, sino como hombres grandes en su soledad, como Beethoven y Nietzche.

Muchos son los que creen que el estar lejos de la gente es estar ausente de la vida, y debe abstenerse de todas sus diversiones.

El mundo es más hermoso. Estoy solo, y la soledad no me hace sufrir.
La espantosa realidad con frecuencia he buscado, donde reinan asesores, ley, moda y dinero, pero siempre he huido, libre y desengañado hacia la dulce locura y el sueño hechicero de disfrutar mi soledad.

Muchas veces nuestra conversación constante y el estar acompañados llega a cansarnos y entonces es bueno establecer cortas ausencias uno de otro, porque la soledad es a veces la mejor compañía.

Llaman asocial al gran hombre, cuando prefiere estar solo con sus pensamientos que en tus “sociedades vacías y charlatanas”.

La soledad es un espacio interior que tiene que ser conquistado por el hombre.
La soledad hay que tomarla, pues, como un producirse y no como un producto. Ella es dinámica cuando es realmente viva y fértil. De esa calidad depende siempre el valor de la compañía. Sucede que hay compañías que la arruinan porque no aportan nada a su dinamismo, así como hay otras que la enriquecen.

La soledad es una de aquellas palabras que como muchas otras, han perdido su magnetismo evocador. Penumbra retiro, sombra, eremita, etc., se asocian a ella. Cada día debemos aprender a liberarla de la retórica parasitaria con la que se le exalta o minimiza arbitrariamente. Pocas veces se reflexiona sobre ella para encontrarle su fertilidad y saber que ella magnifica cuando hay con quien compartirla.

Es que la soledad es un espacio interior, un don que tiene que ser conquistado por el hombre y muy pocos son los que la enseñan.

Es en vano tratarse de entender con las demás personas, pues estamos formados  de otra arcilla que somos de otro mundo, que hablamos otro idioma y así preferimos encontrarnos y nutrir nuestra soledad.

Quiero vivir la libertad de la soledad y la seguridad de no ser nunca comprendido, pues aquel que nos comprende esclaviza alguna cosa de nosotros.







viernes

EDUCAR PARA HUMANIZAR, O PARA CREAR IDIOTAS ?


Educación para idiotas


Ya Carlos Marx en el siglo XIX había destacado lo revolucionario del capitalismo y el ritmo vertiginoso que tiene para convertirlo todo en mercancía y a todo ciudadano en un cliente que puede ser aprovechado en el juego de los intereses individuales.

Hoy cuando el neoliberalismo respira triunfal (a pesar de la crisis económica global) asistimos a uno de los fenómenos más degradantes, a la ruptura entre el saber y el ser. En efecto cada día más el conocimiento se vuelve mercancía y los estudiantes se transforman en clientes. Pero los clientes no adquieren ese conocimiento para una transformación auténtica de su ser en sociedad, se lo venden o imponen a través del sistema educativo para satisfacer las necesidades del capital y del poder.

De ahí el énfasis tan grade que se hace desde el ministerio de educación con el cuento de las competencias, con los ecaes y mil pruebas de saber, en los famosos proyectos de investigación y estudios de calidad, porque la mercancía debe demostrar su efectividad, su rentabilidad. No en vano la ministra viene del gerenciar la Cámara de Comercio de Bogota.

Pero la masa enorme de padres de familia, docentes, estudiantes y administrativos han caído como moscas en la salsa, en esta farsa infinita de la educación para el trabajo, que solo conduce a la deshumanización, porque nos vamos acostumbrando a que cada cual sólo se ocupe de sus intereses particulares, mientras la oligarquía se frota las manos satisfecha de lograr su cometido de hacer dinero mientras convierten a las personas en sujetos acríticos, idiotas con ínfulas de experticia, que sólo sirven para activar la sociedad de consumo.

Se ha producido entonces un abismo entre el saber y el ser. El sujeto es inducido hacia la educación pragmática y por eso compra, conoce, atesora datos para hacerse peón del capital, porque ya no le interesa asimilar lo que aprende, no le interesa ser mejor persona en comunidad, sino capacitarse para el mundo laboral o mejorar su escala salarial.

En consecuencia los libros van entrando en desuso, los docentes dejaron de ser personas respetables porque son un elemento más del engranaje de la reproducción tecnocrática. Ya se perdió la mística por el saber desinteresado y nos vamos convirtiendo en consumidores de “información”, de esos datos que lanzan desde los medios de comunicación y el internet. Y mas triste todavía es que muchos disfrutan de los escupitajos que se lanzan desde la moda de las “redes sociales” como el twitter. El diálogo con el otro se va perdiendo…. Tan es así que cuando vamos al restaurante las familias están más pendientes de la pantalla del televisor o del teléfono que del ser querido (?) que tenemos al lado.

Por todo lo anterior vale la pena tener en cuenta el siguiente comentario del profesor Mario Germán Gil desde su exaltación de la pedagogía crítica que busca una educación para que el individuo sea un ser responsable, pensante, libre en la determinación de su saber y su destino:


“En el diálogo hay disposición, interés en saber lo que el Otro quiere dar a conocer, lo que él es y piensa; en la disposición como actitud se despierta el deseo, surge una empatía que puede llegar a cultivarse por medio de un amor al saber en quien desea, en la posterior constitución de una comunidad de indagación, en la cual se busca construir saber, sociedad, comunidad. “Es más, quien dialoga, lo hace con alguien sobre alguna cosa”. Es lo que hace la figura del maestro con el educando, despertar por medio de la seducción o el amor al saber, un interés específico en la edificación conjunta de un conocimiento sólido para la vida, como hacedores de cultura, desde una posición consciente de lo que se piensa y se hace. Es pensar el pensar, que entraña una actitud creadora de los participantes, deseosos de transformar su entorno por medio de un saber hacer. Es pensar la educación para espíritus libres y no para la domesticación y operacionalización de las vidas, en la que el sujeto-educando se transforma en objeto y el diálogo entre yo y tú queda roto, para dar paso a la deformación, al discurso del docente que niega, vedando la palabra, pieza clave de todo proceso ético y de conocimiento” Tomado de “Saberes, poderes y subjetividades en el mundo escolar” Pagina 62.

jueves

EL ARTE DE AMAR el conocimiento


Erich Fromm fue un famoso filósofo que escribió “El arte de amar”, un libro que todos deberíamos alguna vez revisar.
En esas páginas nos decía que el amor era lo que nos volvía verdaderos seres humanos, pero que no nos llegaba como un flechazo porque era algo que logramos solo después de un proceso de paciente construcción, compromiso y entrega desinteresada. “En el acto mismo de dar, experimento mi fuerza, mi riqueza, mi poder. Tal experiencia de vitalidad y potencia exaltadas me llena de dicha. Me experimento a mí mismo como desbordante, pródigo, vivo, y, por tanto, dichoso. Dar produce más felicidad que recibir, no porque sea una privación, sino porque en el acto de dar está la expresión de mi vitalidad”. 
(De suyo se deduce que el amor no tiene que ver con las teorías de lo químico-genético-hormonal. Amar no es igual que enamorar-se, ni tener calentura.)

Las palabras de Fromm son por lo tanto, una invitación a superar con creces aquellas actitudes mezquinas, generalizadas y “normales” que hasta nuestras amistades más íntimas nos trasmiten cuando intentan justificarnos sus uniones por conveniencia (formas viejas y nuevas de prostitución). Pero esas palabras también nos indican que debemos romper definitivamente con la costumbre de ligar el amor con el dolor, como lo proyectan los novelones y de la cual se pegan las industrias disqueras para promocionar sus canciones lacrimosas. Y es que al amor no se le debería seguir viendo como sinónimo de sufrimiento porque por ese camino justificamos las frases populares más absurdas como la de aquel troglodita que en el bus repetía sin pudor: “El que no le pega a la mujer es porque no le quiere”.

De manera que nuestra aspiración debería consistir en ver en el amor un sentimiento pausado, en construcción permanente y encaminado a la alegría de dar, sin pedir garantías y esto para evitarnos caer en la bajeza del cálculo del egoísta. “La persona egoísta sólo se interesa por sí misma, desea todo para sí misma, no siente placer en dar, sino únicamente en tomar. Considera el mundo exterior sólo desde el punto de vista de lo que puede obtener de él; carece de interés en las necesidades ajenas y de respeto por la dignidad e integridad de los demás. No ve más que a sí misma; juzga a todos según su utilidad; es básicamente incapaz de amar”.

Empero, como no se trata de irse al otro extremo de entregar a la persona amada, hasta nuestra propia identidad, planteaba que: “En contraste con la unión simbiótica, el amor maduro significa unión a condición de preservar la propia integridad, la propia individualidad. El amor es un poder activo en el hombre; un poder que atraviesa las barreras que separan al hombre de sus semejantes y lo une a los demás; el amor lo capacita para superar su sentimiento de aislamiento y separación, y no obstante le permite ser él mismo, mantener su integridad. En el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos”.

Ahora bien, hay en el libro de Erich Fromm un epígrafe de Paracelso que es sumamente interesante porque nos lleva a otra percepción del amor, y que dice así:
“Quien no conoce nada, no ama nada. Quien no puede hacer nada, no comprende nada. Quien nada comprende, nada vale. Pero quien comprende también ama, observa, ve... Cuanto mayor es el conocimiento inherente a una cosa, más grande es el amor... Quien cree que todas las frutas maduran al mismo tiempo que las frutillas nada sabe acerca de las uvas”.

Se ruega al lector volver a leer la cita porque de ella una persona inteligente puede deducir cosas realmente maravillosas.

En mi criterio, el amor al conocimiento es de una jerarquía tan grande que si nos damos a él con paciencia y desinteresadamente, puede constituirse en otra fuente de alegría, porque nos transforma de manera positiva, nos brinda otras ilusiones, motivos de vida y nos permite relacionarnos constructivamente con los demás. No en vano la filosofía, nació precisamente, como amor por la sabiduría.

Pero la pregunta es ¿Qué ha pasado con el amor, por qué lo limitamos a las relaciones interpersonales y no aprovechamos todo nuestro potencial para apreciar el universo de las cosas y los fenómenos que nos rodean? ¿En dónde quedó la curiosidad y nuestra capacidad de ser dichosos con lo “intrascendente”?

El problema es que con el desarrollo del capitalismo donde la importancia de las cosas se mide en función de su rentabilidad económica, la filosofía, como muchas otras disciplinas del conocimiento científico que debieran estar orientadas a desarrollar el amor por el saber, se ha degradado en el concepto estrecho y mezquino del especialista. Nuestras sociedades se han llenado de individuos que saben mucho de poco, porque así lo imponen la burocracia académica y el mercado de trabajo. ¿Sabe usted cuantos docentes universitarios trabajan sin mística y solo por un salario? Y entre tanto, el hombre del común ya no piensa que puede reflexionar sobre el cosmos o sobre su propia existencia, porque eso le corresponde al físico cuántico y al sicólogo.

Mentalidad gregaria
En consecuencia hoy nuestros congéneres van por el mundo como zombis, haciendo lo que la masa hace, sin norte propio y sin pasión por algo que no sea el consumo de chucherías y espectáculos de entretenimiento. Atrás quedó el deseo de conocer, la capacidad para contemplar con los cinco sentidos las cosas pequeñas de la naturaleza y de la vida.

A manera de ejemplo quiero transmitirle al lector una experiencia personal gratificante. Durante el último año he dedicado muchas horas a mirar el vuelo de los “coquitos” sin las pretensiones de un biólogo. Estas aves, que no se distinguen por su hermosura, cada tarde cruzan los cielos de la Universidad Santiago de Cali en su regreso a casa. Y de tanto verlas pasar se me fueron creando muchos interrogantes. ¿De dónde vienen?, ¿Para donde van? ¿Por qué vuelan siempre a la misma altura y en la misma ruta? ¿Por qué que a veces viajan solas y a veces en parejas?

Cuál no sería mi emoción al verlas esta semana en la Plaza de toros “pastando” en manada al lado de un caballo, un aguilucho y una enorme iguana. Y tremenda emoción me dio verlas pasar sobre mi cabeza unos minutos más tarde. Pero ahora me falta resolver la pregunta¿En donde pasan la noche y crían sus polluelos?

Me imagino que los expertos ya sabrán eso y mucho más, pero yo quiero saberlo a mi manera porque amo la idea de poder aprender y conocer cosas nuevas.

Coletilla

A quienes se dejan arrastrar por las prisas de conseguir un título universitario, para hacer dinero y solucionar "necesidades" económicas, les prevengo, porque pueden llegar a ser muy expertos y casi doctores, pero muy seguramente huérfanos de amor.

Pasemos pues del homo económicus al sapiens amorosus

Coquitos en la plaza de toros a las 4.50 pm

Los mismos coquitos sobrevolando la Usaca y de regreso a casa. Hora 5.18 pm.

martes

SOLITA

JACKY


SOLITA


La niña se pone bonita,
ya encontró al verdadero petit ami,
pero su alma siempre estará solita…
y no es que el destino lo quiera así
ni es culpa del hechizo
que le lanzara un vieil ami.
Es porque el espejito
no le deja… visualizar el infini.


jueves

UNIVERSIDADES PUBLICAS, BARRIL SIN FONDO?

Universidad del Valle, cafetería


Sin lugar a dudas el sistema universitario colombiano pasa por un periodo de crisis tan grave que hasta el gobierno nacional ha intentado aparecer ante la ciudadanía, como si quisiera remediarla.
Lo que hoy vivimos es el lógico resultado de una combinación de varios factores, tales como; la creciente incidencia del espíritu mercantilista y privatizador que se introdujo con la reforma constitucional del 91 y en especial con la ley 30; la errada concepción de autonomía que todavía se maneja entre sus estamentos; las políticas erráticas de los gobiernos nacionales y regionales; y porque la crisis de valores por la que atraviesa la sociedad, afectan a estas instituciones de manera directa. Para superar este estado de cosas algunos argumentan que la solución estaría en un aumento sustancial en los presupuestos y minimizar la incidencia del ministerio con sus aparatos como colciencias.
Pero, si bien todos los ciudadanos deberíamos estar de acuerdo en la necesidad de aumentar los rubros para las universidades públicas porque siempre será loable pensar en mejorar la formación de las nuevas generaciones, antes de pedir un centavo más, deberíamos preguntarnos ¿la crisis es un problema de déficits financieros? ¿Cómo se han venido ejecutando los presupuestos hasta el momento? y ¿En qué se pensarían invertir los nuevos recursos? Otra pregunta todavía más interesante sería: ¿Cómo es posible que las universidades públicas estén en crisis, cuando se supone que en ellas laboran los mejores expertos de todos los campos del saber? Para señalar las paradojas del desarrollo de las instituciones educativas veamos los siguientes aspectos.

• Muchas universidades se han creado en las afueras de las ciudades, en entornos naturales y paisajísticos hermosos, pero cada año los directivos van derramando concreto y asfalto sobre ellos, en la idea de crecer y “modernizarse”, al tiempo que se van estructurando las elucubraciones de los expertos ecologistas, en los planes de estudios y en las facultades de ciencias. Entonces ¿La idea es pedir más presupuesto para terminar de rellenar con asfalto y concreto los espacios verdes de las universidades?

• Los problemas actuales que hay en materia de infraestructura, si bien se pueden achacar a la falta de recursos que debería girar la nación para su sostenimiento, también se deben a los sueños faraónicos de las directivas de cada universidad, al desgreño administrativo y al vandalismo de los estamentos. Cuando una rectoría manda a construir un nuevo edificio, debería saber (gracias a los contadores y administradores de empresas) que no basta con asumir los costos de construcción porque en el presupuesto anual debe anexarse un nuevo ítem para su sostenimiento. Antes de crear nuevos jardines hay que prever las consecuencias de los veranos porque sino esa inversión se pierde. Y por otra parte los encapuchados deberían saber que cada vez que destruyen un pupitre, una puerta o la pintura de un muro, van afectando de manera grave el presupuesto futuro de la institución. Entonces ¿La idea es pedir más presupuesto para subsanar los costos de las malas inversiones y el despilfarro? Para reponer los bienes que estudiantes destruyen cuando se sientan sobre las mesas, rompen los asientos o dañan las paredes? o para reparar los daños causados por los encapuchados en sus encuentros semanales con la fuerza pública?

• Y el caos se siente también porque las paredes y los pisos mantienen sucios mientras muchos funcionarios se dedican única y exclusivamente a defender su puesto, mientras otros se la pasan es hablando por teléfono o tomando tinto. Pero eso sí, cada cierto tiempo salen airadamente y con groserías a reclamar nuevas prestaciones y más derechos laborales. Entonces ¿La idea es pedir más presupuesto para saciar apetitos sindicales y financiar la apatía o la falta de compromiso de quienes en ellas laboran?

• A nivel mundial nuestras universidades están por el suelo en cuanto a su nivel académico y en ello, digamos que buena culpa la ha tenido el gobierno central porque no destina suficientes recursos para la investigación y porque se les ocurrió la idea de promover la inclusión de profesores contratistas, para aminorar costos. Sobre este último aspecto hay que decir que los administradores de las universidades, es decir el mismo cuerpo profesoral (expertos en administración de empresas y en gestión del talento humano) se prestaron para ese juego y con ello no solo introdujeron la mediocridad sino también fortalecieron el sistema de roscas, el clientelismo y el nepotismo. Claro que esto se ha hecho dentro de la ley con el cuento de los “concursos de méritos” y los “semilleros docentes”. Pero la expresión más clara de pérdida del norte, la tenemos en Facultades de Humanidades pues paradójicamente también en ellas se han enquistado los sesudos EXPERTOS que solo escriben para su cofradía porque viven de espaldas al país, olvidando que es el pueblo quien paga sus jugosos salarios. Entonces ¿La idea es pedir más presupuesto para seguir llenando las universidades de "académicos" mediocres que sólo buscan el ascenso social y carecen de compromiso real por las necesidades de las gentes de carne y hueso?

• Otro de los grandes problemas que están afectando a las universidades es el de la proliferación de drogas, el consumo de licores y la aparición de cientos de vendedores informales. ¿Y será que de esto vamos también a culpar al gobierno? No faltará el que pueda hacerlo. Pero el problema radica en que debemos entender que las universidades son solo instituciones para la educación superior. Solo eso. No son espacios para la rumba permanente, para llevar de paseo a la mascota, no es para hacer beneficencia, ni para montar negocios particulares. Hay que pensar que el robo de energía, el agua y la recolección de las basuras que dichas actividades dejan, producen unos costos que tienen que asumir las universidades. Entonces ¿La idea es pedir más presupuesto para que se sigan propiciando este tipo de cosas en nombre de la Autonomía?

Las universidades están en crisis, por su bajo nivel académico, porque se ven destartaladas en muchas secciones, con varios edificios agrietados, las mesas rotas y la pintura descascarada. Hoy en muchas de ellas la mugre es dueña y señora, con las paredes, las ventanas y las puertas llenas de papeles y letreros porque se asume que lo público es para uso de todos y responsabilidad de nadie. Pero reclamar mejor presupuesto para su funcionamiento sin que medie una real autocrítica sobre su gestión no parece sensato, debido a que no pueden seguir siendo un barril sin fondo donde se refugien los avivatos chupasangres, ni los dispilfarradores de la cosa pública de la república.

lunes

LA HISTORIA DE COLOMBIA

La linea del tiempo para colombia

LA LEY SE APLICA CON DINERO


En Colombia la ley funciona, si usted tiene dinero o es un ciudadano e$pecial.
Si a la entrada de su casa se estaciona un vendedor informal, destruye su jardín, deja basuras y le mancha el piso, usted puede llamar a la policía, pero perderá su tiempo.

Aceras limpias frente a los almacenes Exito

Por el contrario, si es usted quien tiene la capacidad de pagar algunos agentes de policía, ellos se encargarán de hacer que los vendedores no se ubiquen al frente de su casa oficina o establecimiento.  Esto último es lo que pasa con los almacenes Exito. 

Nunca encontrará en frente de esos establecimientos personas abusando del espacio público porque INMEDIATAMENTE se aparece un agente que lo retira.

Hospital departamental del Valle, un riesgo para su salud.

La defensa de la vida honra y bienes de los ciudadanos, como reza la constitucion funciona pero diferenciadamente. Para los ricos y los extrangeros una cosa y para los pobres, negros, indios la indigencia, el desaceo y lo mas feo de nuestras ciudades. Así por ejemplo a las autoridades les  importa un comino que frente del Hospital Departamental del Valle en la ciudad de Cali, los vendedores informales pongan en peligro la salud de los ciudadanos vendiendo toda clase de productos y servicios, sin ningún control sanitario.

Pero lo mas triste es que a la propia gente ignorante esas cosas, no les dice nada.



jueves

LA REFORMA A LA SALUD

Con mentiras, justifican la peor reforma a la salud en veinte años
Oficina de Prensa Senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá, junio 20 de 2013

El trámite de la ley empezó y terminó con las falsedades de Santos. Seguirán las EPS y sus enormes ganancias. Continuará la enfermedad y la muerte por males que la medicina sabe curar. Bombas de tiempo contra la tutela. Se destapó la demagogia del control de precios de los medicamentos.

El senador Jorge Enrique Robledo denunció que la reforma a la salud empezó y terminó de la peor manera, con el presidente de la República mintiendo. Porque el primer día del trámite Santos dijo que “se acabarán las EPS”, y apenas les cambiarán el nombre (a gestoras). Y ayer agregó que “la salud no será un negocio”, cuando las intermediarias financieras (EPS o gestoras) mantendrán ganancias por unos seis billones de pesos al año, además de lo que reciben por la administración.

También miente el gobierno al afirmar que se acabará el POS restringido que hoy enferma y mata por lo escaso de los derechos que otorga, pues apenas le cambiarán el nombre (Mi Plan). Y falta a la verdad cuando dice que la reforma no es contra la tutela, porque la ley le deja el campo minado, con el propósito de destrozarla en los fallos de los jueces.

Para completar el cuadro de las demagogias, quedó al desnudo la farsa de ayer del control de precios de los medicamentos. Porque, tras la conciliación de hoy, se definió que solo “se regularán los precios de los medicamentos hasta la salida del proveedor mayorista”, con lo que las trasnacionales, con toda facilidad, les mantendrán los precios que se les antojen a los consumidores finales (ver facsímil: http://db.tt/IZoRtW42).

La peor reforma a la salud, sin duda, pero además la de las mayores trampas para engañar a los colombianos. Además de las falsedades de Santos, jugó importante papel el lenguaje sibilino y melifluo del ministro Alejandro Gaviria, con el que confundió a los que carecen de toda la información y están propensos a ser engañados.

http://bit.ly/12ejcr6 (VIDEO 8:17

viernes

LA MODA DEL CALENTAMIENTO GLOBAL


Bombillos repelentes
Ahora todo el mundo habla del calentamiento global porque se ha puesto de moda, al tiempo que se sigue activando la sociedad de consumo y la destrucción de los recursos naturales, porque priman los intereses individuales y el sistema capitalista de ello vive. Recientemente los grandes centros comerciales están haciendo buenas ganancias vendiendo los famosos bombillos ahorradores, porque la masa solo va donde va Vicente y donde la publicidad lo indique. Pero esos bombillos atraen poderosamente los insectos y luego hay necesidad invertir en venenos para controlar las plagas. Por otra parte lo que la gente no sabe es que habían unos bombillos incandescentes que repelen los bichos, pero como no se vendían porque hay que ahorrar energía y evitar el calentamiento global, para comprar teléfonos, tablets, carro nuevo y mil cosas mas, entraron en desuso. 

Lo mas increíble es que se culpa al "Calentamiento Global" de todas las catástrofes naturales. Se le toma como un ente abstracto, casi como si fuese un fantasma o un grupo de espíritus chocarreros al que se le pueden indilgar todas las desgracias, sin necesidad de evaluar las acciones de los individuos.

Particularmente veamos lo que sucede con las ciudades. En los ultimos años, parece que lo  único que le interesa a los alcaldes es solucionar el problema de la m o v i l i d a d y en consecuencia corren a construir puentes, ampliar avenidas y a regar cemento y asfalto sobre toda la superficie de la tierra.

Las consecuencias se pueden ver en la siguiente imagen:


Consecuencias de la expansión del asfalto y el concreto en las ciudades

En una ciudad dotada de amplias zonas verdes, buena parte de las aguas lluvias van lentamente a ser  absorbidas por la tierra para formar los acuíferos y a dotar de humedad a las plantas y el aire. Las zonas verdes permiten igualmente que los rayos del sol sean amortiguados o absorbidos.

Por otra parte tenemos el prototipo de ciudad "moderna", donde los grandes edificios están apiñados en un espacio reducido y donde el cemento y el asfalto llenan todos los espacios de la urbe. Los parques donde jugaban los niños van desapareciendo para dar paso a amplias avenidas, los pastizales o zonas de cultivo pasan rápidamente a ser áreas para la especulación inmobiliaria y los alcaldes viven felices inaugurando calles y plazas de cemento. Las consecuencias son claras: Como el agua no es absorbida por la tierra rápidamente corre hacia las alcantarillas y la urbe aparece como un enorme embudo que conduce las aguas hacia los barrios periféricos y a los ríos más cercanos. Naturalmente se producen las inundaciones y las alcantarillas revientan y se mezclan las excretas con las aguas lluvias. Hay pues una relación directa entre crecimiento urbano y un aumento en el número de desastres causados por las aguas, río abajo. Por otra parte la enorme placa de asfalto, actúa como un espejo que revota el calor del sol y lo dirige al cielo y a las edificaciones, propiciando el uso de los sistemas de refrigeración y un mayor consumo de energía.

De manera que el dichoso calentamiento global no es mas que la expresión mas natural de la estupidez humana. Pero no de la Humanidad en abstracto, sino de aquella que está constituida por cada uno de nosotros.


sábado

UN ESTUDIO SOBRE LA PEREZA

La pereza y la ignorancia son tal vez las características mas democráticamente distribuidas entre la especie pitecantropus COLÓMBIANUS. Las encontramos por igual entre jóvenes y viejos, hombres y mujeres, blancos o mestizos, ricos o pobres y en todos los espacios de nuestra geografía. Este descomunal descubrimiento fue realizado sin necesidad de muchas investigaciones sociológicas o antropológicas, simplemente se pudieron comprobar con dos observaciones de campo en la ciudad de Cali. La primera se adelantó en la estación Caldas del sistema Mio, porque ahí ésta especie hace toda clase de maromas simiescas, que ponen en peligro su vida y la de los demás miembros de su especie, con tal de ahorrarse 200 metros de camino. Luego, para ingresar a los buses se lanzan en montonera, sin dejar salir a sus congéneres y arman tremendas trifulcas, más propias de perros y gatos. Una vez en el interior del vehículo se tiran al piso para sentarse porque ya sus extremidades inferiores las tienen atrofiadas por la inactividad y no soportan ni un 10% de su cuota de cansancio. 
Revista Time de mayo del 2013
La prestigiosa revista Time hace poco llego a las mismas conclusiones sobre ese fenómeno de la pereza tras de intensas investigaciones, aunque ellos estiman que afecta a las últimas generaciones de sus homínidos. (Véase: http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,2143001,00.html?pcd=pw-edit) 

La segunda exploración de campo se ejecutó en la calle 5 para observar la capacidad de raciocinio de nuestra particular especie y el resultado fue sorprendente porque se descubrió que muchos pitecantropus viajan en pequeños vehículos de dos ruedas sobre las aceras, en contravía, sin respetar las señales de transito ni las zonas verdes. Algunos investigadores pudieron comprobar igualmente que por lo general son los machos los que más alarde hacen de audacia y patanería, llegando incluso a comportamientos sicariales. Los otros miembros de la especie, cuando van de transeúntes, actúan con total indiferencia, sin decir nada, por la extendida cobardía y porque los encargados de ejercer la autoridad han demostrado su mas absoluta incapacidad para meter en cintura a esos salvajes llamados motociclistas. 



Ciertamente nadie llama a la policía porque ellos con su ejemplo son precisamente los que más propician dichos anómalos comportamientos y tampoco los ciudadanos se ponen en contacto con las secretarias de transito por cuanto saben que son meras entidades burocráticas. Vasta recordar que las alcaldías de la patria, durante más de 50 años mantuvieron viva la guerra del centavo, por andar defendiendo sus intereses politiqueros. (En Colombia se conoce con ese nombre a la pelea que sostenían los conductores de autobús para conseguir pasajeros y que causaba cientos muertes y accidentes cada año) Las conclusiones de estas investigaciones no serán publicadas en ninguna prestigiosa revista del orden internacional, solo se presentan en este espacio para dejar constancia que la realidad supera a la ficción. Sin duda Nicolas Cage en la película El motociclista fantasma se quedó corto frente a las barbaridades que pueden cometer ciertos seres en Colombia, sin necesidad de aparecer como calaveras envueltas en llamas, sobre motos diabólicas.


¡ Oiga, joven!


Ahora que la pereza es reina y señora, cuando ya las personas no quieren ni cogerle ruedo a los pantalones, y se los remangan como si fuesen a entrar al río, bien vale la pena recordar a Nicolás Guillen, no sea que llegue el día de ponérselos por completo al revés para verse super IN. Y que decir que después de que a los niños bien les diera por comprar pantalones nuevos con rotos, ahora hasta los mayores salen con ellos rotos y desteñidos pero de viejéz.

¡ Oiga, joven!

I
Para vencer en amor
en negocios y en política,
sin darle pasto a la crítica,
vestir bien es lo mejor.
Entre un sabio que sea honor
del pueblo en que al mundo vino
y un gomoso lechugino
con una percha que arrastre,
pierde el sabio, si su sastre
no tiene buen gusto y tino.

II

Puede un joven ser decente
tener buena catadura
hablar con tino y finura
y hasta ser inteligente.
mas, será inútil que intente
a las mujeres gustar
si da el triste en descuidar
la pulcritud del talante…
¡Al que no tiene un buen “plante”,
le es muy difícil triunfar!

III

Es arto frecuente el caso
de que un juanés sin mollera
se pase la vida entera
sin saber lo que es fracaso
Le sale bien todo paso
que da en pos del porvenir,
y si no puede decir
que su inteligencia es fina
¡alaban su gabardina
y elogian su casimir!

IV

Al vestirse, pues, señores;
a gozar de los placeres
que nos brindan la mujeres,
y que nos dan los honores.
Buscad sucesos mejores,
variad vuestra condición
que para esa variación
igual que siempre estarán
las tijeras de ELESBAHAN
a vuestra disposición.

Nicolás Guillén.
camaguey 1922


miércoles

TRABAJO DIGNO



Conseguir trabajo es una de las grandes aspiraciones que tienen los seres humanos porque por medio de él adquirimos los recursos necesarios para la subsistencia. Sin embargo en Colombia, lo que recordamos cada primero de mayo es que muchas personas no logran ese sueño dorado. Por estos días volvemos a escuchar los discursos y las estadísticas, desde las instancias gubernamentales, gremiales o sindicales, sobre la situación laboral de nuestros conciudadanos y parece que las cosas sólo cambian en los reportes del DANE porque millones de personas continúan desocupados o son subempleados que viven de la economía del rebusque y solo una minoría de privilegiados tienen un trabajo formal (a veces los egoistas hasta tienen dos).

El ideal sería que todos tuviésemos la posibilidad de tener un trabajo digno, pero ¿qué deberíamos entender por ello? Desde el punto de vista de los capitalistas es aquel cuya paga alcanza justamente para la reproducción de la mano de obra. Para otros es digno cuando se incluyen al salario algunas prestaciones legales y ciertas condiciones óptimas de protección al trabajador. Lamentablemente esas cosas dependen de la voluntad del empleador o de las conquistas sindicales. Pero un trabajo digno es aquella actividad por medio de la cual podemos alcanzar la realización personal y sentirnos positivamente útiles dentro de la comunidad. Obviamente que el salario debe permitirle al trabajador la posibilidad de satisfacer sus necesidades básicas, aunque eso es muy relativo porque hay quienes no saben manejar el dinero y para los que viven en la sociedad de consumo, no hay dinero que alcance. 

Ahora bien, valdría la pena entrar a considerar las cosas desde la perspectiva del oficio que se desempeña, para preguntarnos ¿Acaso es un trabajo digno aquel que sirve para reproducir la alienación colectiva, la injusticia, la explotación humana o la destrucción de la naturaleza? En tiempos en que lo importante es el dinero, para comprar chucherías y sacar adelante a los suyos, nadie se pregunta esas cosas, simplemente toman como natural estar dispuestos a irse, incluso al otro lado del mundo, a matar pueblos que ni conocen, a emplearse en las trasnacionales que se llevan nuestros recursos naturales, a trabajar como periodistas difundiendo las mentiras que sus patronos fabrican.

Emplearse para ponerse al servicio de los intereses egoístas de otros es asumir un trabajo indigno, aunque se reciban altos honorarios y nos paguen cesantías y vacaciones en un “Resort”. Evidentemente las personas tienen derecho a buscarse los medios de subsistencia, pero qué bueno sería que pensáramos si con nuestro trabajo o empleo nos ponemos al servicio de la reproducción de este sistema injusto, le hacemos mal a los demás, a la ciudad o a la naturaleza. Es verdad que, por ejemplo, al vendedor informal no le preocupa si destruye las zonas verdes, ensucia las calles o pone en peligro la salud de sus clientes, porque es un desesperado ignorante, pero y ¿qué decir de los doctores que tras sus escritorios laboran arduamente para quitarle a los trabajadores sus derechos? Qué pensar de quienes reciben buena paga por reprimir a los inconformes y de los profesores que sólo se prestan para formar los peones del mañana? 

Está muy bien, entonces, eso de reclamarle al Estado garantías para tener un trabajo estable o de verdad, pero cada ciudadano debería evaluar también si ejerce su empleo con rectitud y si eso que hace es digno o denigrante para el conjunto de la sociedad.