A MANERA DE INTRODUCCIÓN
Un libro es como una ventana que, si la abrimos, le damos luz a
nuestra casa, permitimos que nos invada la fresca brisa de la tarde
y a través de ella es posible contemplar una faceta del universo. En este
caso, a algunos lectores puede parecerles que están frente a una abertura
muy pequeña pero, en la medida en que avancen por su contenido,
podrán comprobar que es apenas suficiente como para iniciarse en el
gusto por el dibujo. De ello puede estar seguro, porque esta ventanita
es el fruto de muchos años de experimentación e investigación (no en
el sentido positivista del término) y ha sido construida sin los obscuros
cristales que usan algunos especialistas para expresarse.
Caratula de Dibujo Premeditado |
Debido a que el dibujo está íntimamente ligado al juego, todos podemos
practicarlo en el uso de las formas con entera libertad, pero si nuestro deseo
es alcanzar objetivos concretos, como hacer el retrato de un amigo, o el paisaje
de su cuadra, tenemos que asimilar las reglas que lo gobiernan. En esto
no hay una contradicción, solo se trata de saber cuándo dar rienda suelta a
la imaginación y cuándo ser rigurosos en el análisis. Para acceder al rigor de
las normas de la representación bidimensional, es muy recomendable tener
este y otros libros a la mano, para estudiar pausadamente los conceptos y los
procedimientos. Además porque no siempre podremos contar con la fortuna
de tener a nuestro lado alguien que nos explique, una y otra vez, los “secretos”
del oficio, tales como: los tipos de trazos, el cuidado que debemos tener con
los implementos de trabajo, las sutilezas de las técnicas, los tipos de perspectiva,
etc. En las siguientes páginas usted encontrará algunas nociones generales
sobre esos temas, pero haciendo énfasis en la importancia de pensar en profundidad
antes de actuar, es decir pre-meditadamente.
Entre los docentes vanguardistas o conceptualistas, es muy extendida la
creencia según la cual para llegar a ser artistas creativos, los aprendices no
necesitan aproximarse a las clásicas reglas del dibujo, deben tan solo dejarse
llevar por el instinto y conocer las corrientes de moda que nos llegan en
especial desde las grandes metrópolis. Empero, las teorías que buscan justificar
la espontaneidad, aunque ya forman parte del paisaje natural colombiano,
son precisamente las que deberíamos rechazar, debido a que ellas son las que
propician muchos de los factores que hacen de nuestra vida una experiencia
caótica. Piense que uno puede pasarse la vida entera rasgando una guitarra o
haciendo garabatos sueltos, pero solo llegamos a hacer música o a componer
un buen cuadro, cuando nos hemos acostumbrado a evaluar analíticamente
las cosas que hacemos. El objetivo es, entonces, aprender a dibujar teniendo en
mente que debe ser una experiencia divertida, en medio del rigor.
Quienes se dicen amantes del dibujo y se conforman con mirar enciclopedias
o con ir al museo, para apreciar lo que han hecho los demás, porque consideran
que a esa actividad solo deberían dedicarse los que nacieron dotados
de “talento”, pueden estar seguros que este es el tipo de libros que deberían leer
juiciosamente, para que no les pase lo mismo que a los fanáticos de los deportes
que se contentan con ver el fútbol por televisión, al tiempo que padecen las
consecuencias propias de llevar una vida sedentaria. Claro, tenga en cuenta
que eso sucede porque la sociedad de consumo quiere quitarnos el disfrute
del tiempo libre para convertirnos en meros clientes de las industrias del
espectáculo.
Dibujo premeditado. Una aproximación reflexiva y experimental.
Para no ser simples espectadores de lo que han hecho o hacen los demás
en materia de arte, tenemos la opción de aprender a dibujar y en ello los
libros aun pueden cumplir un rol muy importante. En los tiempos de la
Internet, de los libros digitales y del fuerte impacto que viene causando la
transmisión de conocimientos por medio de los videos, muchas personas
llevadas por los impulsos de las modas, consideran que los textos impresos
están condenados a desaparecer para cederles espacio a las nuevas tecnologías
de la información y porque debemos evitar la tala de los bosques. Sin
embargo, de la misma manera que la pintura mural que nos viene del paleolítico,
no ha desaparecido, cada nuevo sistema de comunicación cuando
surge, simplemente se convierte en una opción más y lo que tenemos que
saber es cuándo aprovechar uno u otro. Así, por ejemplo, para hacer comentarios
espontáneos sobre asuntos que son de interés para el vecindario o la
familia, resulta muy oportuno utilizar las redes sociales, pero para realizar y
difundir documentos que demandan una lectura paciente y meditada, ellas
son inapropiadas. De la misma forma, si bien es cierto que la aparición de
los programas informáticos como el AutoCAD son de una gran ayuda en la
elaboración de planos e imágenes tridimensionales, no es fácil renunciar a
la pintura de caballete y al dibujo porque con ellos podemos integrarnos al
espacio e involucrar otros sentidos como el tacto y el olfato. Este no es un
argumento pueril, si de lo que estamos hablando es de propiciar el desarrollo
armónico de las personas.
Por otra parte, es verdad que todos tenemos que contribuir al cuidado
de la naturaleza, pero a los ecologistas sería bueno pedirles un poco más de
coherencia porque el impacto que tiene un dibujante sobre el entorno no
se puede comparar con el impresionante daño que causan la carrera armamentista,
la expansión de las obras públicas y la agitación de la sociedad de
consumo que promueven los medios masivos de comunicación.
Bueno, y ahora se preguntará el lector ¿cómo justificar la aparición de
un nuevo libro, siendo que hay tantos en las librerías y en las bibliotecas? La
respuesta es por demás sencilla y cubre varios argumentos:
Porque una cosa es que los libros estén en los estantes y otra muy distinta
tenerlos en casa para leerlos o degustarlos. Piense usted también en aquellos
a quienes les gusta hojearlos en el bus, sentir el aroma de sus páginas y en los
que lo ponen a un lado del caballete para seguir un ejercicio.
Es verdad que en el mercado es posible encontrar muchos textos sobre
el dibujo, pero la mayoría, sino todos, nos hablan de cosas que pertenecen a
otras realidades sociales y a otros entornos geográficos. Los libros españoles,
por ejemplo, dan cuenta de las concepciones griegas sobre la figura humana;
de unos bosques que nos resultan extraños; de utensilios de trabajo que no
se consiguen ni siquiera en las capitales de este país; y nos presentan imágenes
de cuadros famosísimos a los cuales ni siquiera tenemos acceso. En
consecuencia, considero que querer aprender a esbozar paisajes marinos a
partir de ejercicios tomados de la Costa Brava de Cataluña resulta casi un
absurdo porque nuestro litoral pacífico es increíblemente diferente.
Por último, porque cada autor considera que vale la pena compartir con
los ciudadanos sus experiencias y su particular manera de ver el mundo.
Puede que no siempre resulte siendo un texto súper novedoso, pero es emocionante
saber que, al menos, se intenta hacerlo con honestidad.
Si usted acepta la invitación y abre de par en par esta ventanita, no se
arrepentirá porque el texto se encuentra dividido en cinco capítulos con un
tratamiento de los temas y unos ejercicios que empiezan por los más sencillos,
hasta llegar a los más complejos. De suerte que con la ayuda de los métodos
expositivo y demostrativo se espera que el lector adquiera confianza
en lo que hace desde un principio, para que luego le resulte natural entrar
en los aspectos más complicados del dibujo. En cuanto a los resultados, dependen
mucho de su disciplina y entusiasmo, pero una cosa cierta es que
en la medida en que vamos explorando nuevos temas o adquirimos nuevos
instrumentos, comprobamos que nunca dejaremos de aprender.
Como se espera que le surjan algunas dudas y que sienta deseos de profundizar
en algún aspecto, le sugerimos consultar la bibliografía anexa, acudir
prontamente a la biblioteca más cercana, o si lo prefiere navegar por la
Internet. Por último, si piensa que en el proceso de aprendizaje es bueno
tener presente algunas reglas básicas, se le recomiendan las siguientes: sea
dedicado, curioso, paciente, pulcro, metódico-ordenado, intente ser creativo
(por ejemplo, si tiene algún accidente, aprovéchelo) y no olvide ser autoexigente…,
pero no demasiado.