LOS PROFESORES CONTRATISTAS
MERECEN RESPETO
Es increíble cómo en este país las personas se quejan de la
corrupción y sin embargo las mismas noticias se repiten año tras año.
Seguramente eso sucede porque consideramos que los comportamientos anómalos
solo los comenten los demás, en especial “la clase política”.
Hay que mirar lo que pasa en los barrios populares:
pirateria, nadie respeta las señales de transito, trafico de productos robados,
ilegalidad en el sistema Mio, vendedores informales robando energía o
haciendole trampa a las compañías telefonicas y un etc.
Entre tanto en la Universidad del Valle por ejemplo parece
que no existen personas que fomenten la piratería ni la informalidad. A los
estudiantes nunca se les ve haciendo fraude para pagar menos en la matricula o
haciendo triquiñuelas para mejorar su desempeño académicos. Los profesores son
pulcros y no hacen autoplagio ni trampas para agrandar su currículo con los
flamantes “resultados de proyectos de investigación”. A los trabajadores no se
les ve en ninguna anormalidad debajo de las gradas. Y los directivos jamás
hacen turismo académico o manipulan a sus subalternos.
"Los microempresarios" de la Administración central |
Por ese camino de ser políticamente correctos, de no tener
el coraje de llamar a las cosas por su nombre, este país nunca saldrá del
atolladero. A mi no deja de sorprenderme que los profesores se cuiden tanto
para decir las cosas, es como si trabajaran en una universidad privada donde
tarde o temprano a uno le cobran lo que dice. ¿será que no se dan cuenta de
enorme privilegio de trabajar en una entidad publica? Qué bueno seria que
aprendieran algo de Noan Chomsky, una persona tan distinta de esos pusilánimes que hay por montones sentaditos detrás de un escritorio!
Yo intente invitar a los profesores a reflexionar sobre
estos asuntos, cuando publiqué mi libro “Universidad del Valle, hoy ¿y
mañana?”, pero desafortunadamente muy contados
colegas lo miraron porque ya nadie quiere leer libros, sino ser productivos
estudiando o escribiendo, en grupos, los articulitos de 25 páginas, para las famosas
revistas indexadas.
En este mar de anomalías, creo sin embargo, que es natural
que a los profesores nombrados les preocupe su bienestar particular, pero ¿no
sería bueno que se acordaran de los profesores contratistas?, porque muchos
cuando pasan a ser parte de las unidades de dirección, por ejemplo, se les
olvida toda la carreta de “Lo Humano en las Organizaciones” y por acción o por
omisión permiten que nos manoseen impunemente. Digo impunemente porque no
tenemos una representación que realmente nos defienda o que se tome la molestia
de estudiar cómo es que funciona el sistema de contratación en cada unidad
académica.
Yo ingrese a univalle en 1997, sin recomendaciones a la
Facultad de Administración, luego en un tiempo trabaje en el departamento de
Diseño y también en el departamento de geografía, empero, como el sistema de
contratación es perverso, porque los jefes son más listos que las normas de
papel, hoy nuevamente me han puesto del todo en la calle. Es una situación que,
a pesar de no sorprenderme, me indigna debido a que en esta oportunidad algunos
insinuaron en las “redes” que me sacaron por alguna ilegalidad de mi parte. A
ellos quiero recordarles que los profesores hora cátedra, como fue mi caso,
simplemente somos trabajadores a destajo, sin funciones administrativas y
siempre olvidados por la Administración, aunque algunos tengamos mejor hoja de
vida que muchos nombrados.
Finalmente me queda una extraña inquietud para compartirles:
¿es por desgracia o por fortuna que los profesores contratistas no participamos
de la piñata presupuestal, como lo hacen los grupos de presión (llámese
sindicatos u otras formas organizativas) de la "comunidad
universitaria"?
En todo caso, creo que merecemos respeto y espero que cuando
me vuelvan a echar me den las razones académicas y los agradecimientos
correspondientes. Si no es mucho pedir…
Aunque un cínico me dijo: ¿y quien le dice a usted que
después de esta carta lo van a volver a llamar?