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30 AÑOS DE LA LEY 30

EN COLOMBIA SE CUMPLEN 30 AÑOS DEL SOMETIMIENTO FORMAL DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR A LAS LÓGICAS DE LOS MERCANTILISTAS




Ciertamente, el 29 de diciembre de 1992 bajo el mandato de César Gaviria Trujillo se publicó en el diario oficial la ley 30 de la educación superior, con la cual se dio inicio a la implementación formal de las políticas neoliberales que ya han modelado, en las estructuras mentales de las nuevas generaciones, el discurso y las lógicas del mercado. El éxito alcanzado por dichas políticas ha sido total en Colombia porque, como en toda sociedad, hay personas ingenuas que se dejan manipular con discursos seductores y siempre existen sujetos dispuestos a hacer lo que sea necesario para conseguir su prestigio y el dinero.

FOTO UNIVERSIDAD DEL VALLE 2022
FOTO UNIVERSIDAD DEL VALLE 2022

Ahora bien, vamos a la pregunta fundamental: ¿Será que el gobierno de Petro podrá iniciar en el 2023 el proceso de transformación real que requiere la educación superior y rescatarla de los expertos en management?. La verdad, lo tiene muy complicado porque los politiqueros, en el camino de “la defensa de la educación”, ya se han venido moviendo, como buenos camaleones, hacia la sombra de la Colombia Humana para continuar gestionando sus proyectos académicos. Y es exactamente por eso que solo están interesados en modificar los aspectos económicos de la nefasta ley pues necesitan mayor presupuesto para seguir haciendo lo mismo de siempre, con el cuento de posicionar competitivamente mejor a sus universidades en los “ranking” nacionales e internacionales.

La crisis de la educación superior, como ya se ha reseñado en anteriores oportunidades*, obedece a una gran cantidad de factores complejos que difícilmente se pueden resolver con dinero, como la estructura burocrática feudataria de servidumbres y salamería, la falta de democracia interna, el afán de lucro de la clase media arribista, la dependencia de los paradigmas europeístas como los que nos dicta la OCDE y el uso de los campus para la organización de negocios personales (asesorías, consultorías e informes técnicos), paseo de mascotas, el consumo de las drogas, el tropel y la rumba. 

No se trata de darle unos toques de cosmética a la vieja ley para complacer a unos cuantos interesados por razones de género, económicas, étnicas o políticas, pues la tarea es movilizar al conjunto de la sociedad en el debate razonado de las ideas, para que, entre todos, podamos construir una nueva visión del rol que debe cumplir la educación superior en la Colombia del mañana. Por supuesto que el camino será largo, porque es necesario estudiar en detalle cada asunto. El tropel callejero a veces sirve para hacer resistencia a las políticas equivocadas, pero para construir cosas nuevas lo que se necesita es organización e inteligencia.

Como se pueden imaginar, se vienen tiempos de mucho trabajo y quema de neuronas si deseamos pasar de la tradicional imposición de políticas públicas a manos de los empresarios con sus acólitos politiqueros, a la búsqueda de acuerdos colectivos.


 * https://www.las2orillas.co/eso-si-engolosinados-con-el-marquetin-pero-no-sabemos-un-pito-de-cooperativismo-ni-economia-solidaria/

*https://www.las2orillas.co/el-cuento-de-la-revolucion-educativa/

*https://es.slideshare.net/cesarca1102/universidad-del-valle-hoy-219675836