CAMPAÑA 2023

 

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ASÍ FUE COMO ME SACARON DE UNIVALLE

y enlaces de campañas

Quien se encargó de comunicarme personalmente que no volverían a darme trabajo en la Facultad de Administración fue la profesora

Raquel Ceballos Molano.


GRACIAS AL INFORME PRESENTADO POR EL PROFESOR EFRAIN BETANCOURT DE LA FACULTAD DE CIENCIAS DE LA ADMINISTRACIÓN

LA VICERECTORIA ACADÉMICA EXPIDIÓ ESTA COMUNICACIÓN




https://www.youtube.com/watch?v=VMHYRO-glfw
https://www.youtube.com/watch?v=r6rj8PkNAfY
https://www.youtube.com/watch?v=FNp3hchd0CE


A ESTOS PROFESORES EXPERTOS EN ADMINISTRACION
NO LES DA NI PENA LA UNIVERSIDAD QUE HAN
DE-CONSTRUIDO.



PROGRAMA COMPLETO
Para los politiqueros el programa y su presentación en público, son elementos de poca importancia porque lo clave es conseguir el voto de los agentes externos y decisorios. 

Yo creo en las ideas y no los invito a leer, sino a estudiar en detalle cada programa
para que puedan pensar sobre lo que es mejor
a la sociedad



VAMOS HACIA LO ESENCIAL,

LA FORMACIÓN DE SERES PENSANTES

 

L

a verdad no entiendo muy bien esta fascinación que tengo por la Universidad del Valle y es una sensación que no puedo remediar porque, imagínense ustedes, que vengo frecuentando el campus de Meléndez desde 1980, un año después me inicié en la licenciatura en historia, posteriormente cursé la maestría y luego por varios años fui profesor contratista. Aunque en la universidad no me dio un peso para mis cursos doctorales en España, volví para estar pendiente de ella pues, me hace falta visitarla, tomarle fotos, ir a la piscina, y encontrarme con sus habitantes. De los tiempos de la pandemia y su virtualidad mejor no decir nada, salvo que nos recordó que la buena educación se da en el contacto directo entre personas y no gracias al uso de los artilugios tecnológicos. Conozco la universidad en sus rincones, sus sedes y en sus crisis he salido siempre que puedo con mi sobrilla o mi bandera a la calle para defender la educación pública. No obstante desde el 2017 no he logrado reintegrarme ya que al ave mitológica de la meritocracia no le gustan las personas con pensamiento crítico. Tan es cierto que los Benjamines de los recursos humanos, el capital humano, la innovación y el emprendimiento, desconocen el valor académico de mis libros publicados por la universidad, me sacaron de la universidad sin agradecimientos por la labor cumplida y con el novedoso argumento de que fue para facilitar mi solicitud de vacaciones no remuneradas. Para dar otro ejemplo, es que a pesar de mi experiencia y las titulaciones, en un concurso docente de ingenierías consideraron que no servía para dictar la cátedra de “vida universitaria”. La verdad se los agradecí en el portal “Las 2 Orillas”, porque creo firmemente en la libertad de cátedra y necesitaban era un muñeco de ventrílocuo, que siguiera las pautas estrictas de los expertos en docencia.

 

 

1.     Punto de partida

 

Para ser rector sí estoy capacitado, tanto que muchas de las propuestas u opiniones que he manifestado, han sido recogidas y puestas en marcha, aunque pocos estén dispuestos a dar los créditos correspondientes. Además tengo en mente otro tipo de educación superior (que pueden encontrar en mi libro “La universidad” edición del 2023[i]). Para mí es importante participar en estos procesos de selección (que no son de elección democrática) ya que aprendo mucho de la idiosincrasia nacional, puedo compartir mis últimas reflexiones, en este período durante el cual, en conjunto, confrontamos nuestras visiones sobre el futuro de mediano plazo.

En la pasada campaña hacia la rectoría escribí lo siguiente:

“Las condiciones políticas del momento presente son adversas para quienes soñamos con un país diferente y no tenemos la costumbre de andar en pactos de grupos que reparten compromisos difusos, sin embargo me entusiasma mucho la idea de volver a polemizar sobre lo que sucede en Univalle y poder compartir con aquellas personas que con honestidad están interesadas en el bienestar general. Además creo que tenemos el deber de ser optimistas para aprovechar que hay sectores jóvenes de corazón que vienen trabajando porque las cosas cambien en el sentido positivo de la historia, es decir en pro de la democracia, la transparencia, el desarrollo alternativo” y en general el cuidado del medio ambiente.”

 

Me gusta ese párrafo porque, como la vida es dinámica, ahora estamos en otro momento, gracias a que la juventud de este país se puso la camiseta, lucharon con fuerza organizativa y derrotamos parcialmente a las viejas maquinarias clientelistas en las urnas e iniciamos un camino de transformaciones con el presidente Petro para hacer de Colombia, un país más humanamente vivible.

De manera que el objetivo es dejar planteada mi perspectiva sobre lo que debería ser nuestra institución en el mañana, analizando puntos esenciales en este programa y dejando algunas propuestas concretas en los debates, para invitarles a tomar distancia de las universidades sometidas a las lógicas del mercantilismo, formadoras de la actual expertocracia de autistas. Mi idea central es que antes de seguir pensando en la renovación de parqueaderos o edificios, lo más importante es pensar en las personas y sus espacios. Si le ofrecemos un contrato digno a los docentes, para que ellos se capaciten y se comprometan a dedicarles a los estudiantes más tiempo, conseguiremos elevar nuestro nivel académico. A partir de ahí entonces sí entraríamos a mirar un plan de adecuación de la infraestructura y aumento de la cobertura.





Muchos pueden pensar que como vamos en Univalle, vamos muy bien, con poco por cambiar porque tenemos la acreditación de alta calidad pero, yo escucho lo que me cuentan las personas y observo. Mientras unos la contemplan como si fuese una piñata, otros simplemente susurran y hacen chistes desde la comodidad del que espera la bienaventuranza. Si todo fuera tan bien, nos podríamos ahorrar los gastos de las campañas a la rectoría asumiendo como regla las reelecciones automáticas, que son tan buenas alimentando y reproduciendo muérdagos. Me dirijo pues a los que piensan en su tiempo desde una posición analítica y con el deseo de asumir una posición constructiva, para señalarles que hoy la universidad da lástima porque ni los que la han gerenciado con tanta sapiencia administrativa por lustros, pueden sentirse orgullosos de su trabajo. En el contraste de las fotos de ayer con las del presente, cualquiera puede ver que la desidia y la degradación de los espacios no cesan, como acontece con la cafetería central de Meléndez. En lo que a mí respecta, creo que podemos iniciar un proceso de cambio, contribuir con el ejemplo a la formación de las nuevas generaciones conectadas con su sociedad y dejar de lado la manía de algunos por acaparar por lustros los cargos directivos.

Entonces, como percibo que vamos mal, antes de ir sobre los detalles de nuestra universidad, les comparto la visión de conjunto que tengo sobre nuestra época y lo hago partiendo de esto que señalara Freire:

“No puede haber camino más ético, más verdaderamente democrático, que revelar a los educandos cómo pensamos, las razones por las que pensamos de tal o cual forma, nuestros sueños, los sueños por los que luchamos, dándoles al mismo tiempo pruebas concretas, irrefutables, de que respetamos sus preferencias aunque sean opuestas a las nuestras.” Pág. 43 Paulo Freire Política y educación Siglo XXI 2ª edi 1997

 

Desde muy joven he venido luchando desde la izquierda por construir una sociedad más justa, pero ahora hay algo que tengo más claro, que cada momento presente nos ofrece tanto lo mejor como lo peor del futuro y a nosotros nos corresponde escoger de ello lo que queremos. Una de las tendencias del presente es que cada día se fortalece más el gobierno global de los dueños de las grandes corporaciones con el cual nos imponen su visión mezquina del mundo. Ellos manejan a su antojo organismos como la OCDE, el BID, la Organización Mundial del Turismo, la OEA, la OTAN, o la UNESCO y lo más interesante es que desde ellos lanzan sus “propuestas educativas” con las cuales han logrado, ayudados por la derecha nacional, sus burócratas y los pusilánimes “tibios” acríticos, que la esclavitud asalariada moderna piense, hable, y actúe según los ideales hegemónicos. Así por ejemplo infinidad de personas no creen que los problemas esenciales de la ciudadanía tengan que ver con la miseria, la marginalidad y la inequidad social sino con la importancia de mejorar la movilidad o la seguridad policial y piensan que el sistema educativo es para salir al mercado a hacer dinero rápido. Contrario a los que piensan que todo lo inventaron los griegos, me parece que la educación es una tradición milenaria que busca garantizarles a las nuevas generaciones mejores condiciones de existencia. No se creó pensando solo en la reproducción material de la sociedad sino también para que todos reconozcamos otras expresiones de la riqueza que hacen parte de la vida buena, como los momentos de quietud, el arte, la amistad, el conocimiento, la justicia e incluso la virtud. En ese sentido debería ser igual para cada ciudadano, pero mientras las elites o los que se consideran distinguidos privilegiados, opinan que el objetivo de la educación es la reposición de los peones para las empresas, ellos siguen las enseñanzas en las grandes universidades de las metrópolis para formarse en el liderazgo real, al tiempo que piden para el pueblo universidades e instituciones técnicas que llevan a la muchachada hacia “Trabajos de mierda” como se titula el libro de David Graeber.

La otra gran tendencia que nos marca el presente es que vamos hacia el farandulismo, el gusto por las selfies, las redes sociales, el exhibicionismo y los espectáculos circenses de ferias, carnavales, conciertos, festivales, campeonatos deportivos etc. Podemos seguir adaptándonos a esas modas poniendo muñecos de plástico de futbolistas en el campus como si fueran esculturas y podemos seguir soñando con esta esplendorosa “globalización” que no es más que la Revolución Cultural del neoliberalismo, centrada en los dictados del mercado, la filosofía del primero yo y mis deseos modernizantes del carro, la moto y el teléfono inteligente que nos ayudaran a hacernos partícipes de la sociedad del “conocimiento”, entendida en realidad, como saberes rentables e información manipulante que nos sumerge “en tiempo real” en esas maravillas de las noticias falsas y la cursilería. Podemos seguir en esos cuentos de tener que meternos en la postmodernidad y la competitividad global para ser una universidad “de talla mundial”, como sueñan otros, pero está en nosotros visualizar o construir nuestras propias tendencias alternativas. Por dicha senda sin embargo hay que estar alertas porque ya nos vienen indicando que debemos es volcarnos a usar la “inteligencia artificial” para incursionar en los mercados futuros y progresar. En lugar de fomentar nuevos fetiches, la tarea colectiva debería consistir en volver la mirada hacia la inteligencia humana, fomentar la inteligencia emocional que nos permita analizar críticamente la realidad, sentir los efectos de la violencia cotidiana y comprender las necesidades, los sufrimientos y en especial, las potencialidades de todos los individuos. El objetivo es crear humanidad.

Es pues en el marco general de estas tendencias que considero debemos evaluar lo que acontece con la Universidad del Valle, que va pasando de institución de educación pública a una entidad sometida a las lógicas gerencialistas, como las que están afectando a la mayoría de las universidades del mundo. Ya existe buena bibliografía al respecto, solo es necesario analizar el tema dentro de nuestro contexto y que se manifiesta en:

1)    El florecimiento de unidades burocráticas dedicadas a la publicidad y la búsqueda de dinero.

2)    La creciente estructuración piramidal de la toma de decisiones.

3)    El sometimiento del profesorado a las actividades administrativas para el control de los indicadores de gestión de la “calidad” o la acreditación.

4)    La minimización del trato entre los seres pensantes mediante la reproducción de los procedimientos modernizantes y estandarizados que buscan la santa eficiencia en los hartward y los sofware. Ahí están como ejemplo lo que hacen en los concursos de-méritos y en tantos otros usos que se le dan a las herramientas de google.

5)    Los bajos niveles de lectura y escritura. Pocas personas se leen al menos un libro entero al año, solo hay tiempo para mirar el celular y a veces los artículos indexados que circulan en los mercados de datos.

6)    La tercerización o subcontratación de actividades que podrían hacerse con el personal de la comunidad universitaria.

7)    La proliferación de profesores a destajo. A quienes no solo les niegan la estabilidad sino el derecho a ser tratados con dignidad.

8)    El aumento del número de carreras profecionalizantes y posgrados rentables.

9)    La concesión de puntos de escalafón por productividad y la docencia calificadas que se otorgan entre colegas.

10) Y por último lo palpamos en la perdida de la razón de ser de una universidad, pues mientras el profesorado contratista precarizado no dispone de tiempo ni herramientas para dedicarse a la formación integral de los estudiantes o al fomento de los saberes históricamente valiosos, otros enfocan los esfuerzos institucionales en hacer inversiones en edificios, ascensores, parqueaderos y en la remodelación de sus oficinas.

 

Hoy, uno de los grandes problemas a observar es que, la prédica humanística en clase o en casa chocan con esta realidad de los espacios sociales marcados por el individualismo competitivo, la predica emprendedora y el materialismo consumista. En consecuencia pienso que se nos impone la reflexión ética para buscar la manera de visualizar y crear nuevas condiciones socio políticas que hagan posible la formación de sujetos situados en mejores relaciones humanas y así esperar renovadas maneras de pensar. Esto no es una utopía porque la Corporación Mondragon en España y las entidades que acompañan a Christian Felber ya han venido demostrando en la práctica que es posible fomentar una economía para el bien común, al tiempo que promover la formación del pensamiento cooperativo-solidario en las entidades educativas. No estoy pensando en la creación de más carreras, facultades, doctorados o vicerrectorias para los amigos, con lo que tenemos, podemos hacer infinidad de cosas nuevas. Mi idea central es empezar a darle un giro a nuestra universidad en el marco del análisis que ha de hacerse ante las posibilidades de una nueva Ley de la Educación Superior para que, en el rescate de la autonomía frente a los “estándares de calidad”, podamos contribuir al plan de gobierno en la ampliación de cupos, ayudar en la formación de ciudadanos empáticos con su comunidad, capaces de amar el conocimiento y el uso de la razón crítica. A propósito, ¿Saben ustedes cuánto dinero y tiempo se dedican al cuento de los procesos de acreditación? Claro que esa meta de recuperar el sentido de la Educación Universitaria, centrada en lo humano, será un imposible si no va acompañada de la dignificación del trabajo de los profesores contratistas que siendo la mayoría, merecen respeto y el reconocimiento de sus derechos.

 

2.     Lo institucional

 

La Universidad del Valle es la tercera en importancia de este país y a pesar de las crisis que ha padecido, sigue adelante porque algunas personas continúan haciendo grandes esfuerzos por cumplir con su misión de dar buena formación a la juventud. Desafortunadamente en las últimas décadas en lugar de evolucionar acorde con las mejores tendencias del desarrollo social se ha quedado rezagada o involuciona, en buena medida por los efectos perversos de la llegada de neoliberalismo con la ley 30, y porque no se ha producido un relevo entre los dirigentes que la manipulan desde afuera, como de los que la gobiernan desde adentro. En dicha ley con sus elementos de cosmética, están algunos de los factores de las crisis económicas, la dramática pérdida progresiva de la autonomía y a ella, en parte le debemos la imposición del remedo de democracia interna y el gerencialismo. Digámoslo como es, la prédica erudita sobre la democracia en nuestras aulas, choca con la praxis institucional. La maquinaria clientelista del binomio, políticos-emprendedores desde la distancia y desde su fundación, ponen al rector y a muchos “asesores directivos” e inducen la creación de planes de estudios modernizantes de acuerdo con ciertos intereses personales o empresariales. Al interior, están pues los que hacen el trabajo de detalle “en autonomía”, rotándose los puestos entre amigos y familiares para evitar la fatiga de combate y seguir conquistando nuevos beneficios materiales o simbólicos. La aparición de nuevos cargos administrativos, de nuevos planes de estudios y el aumento sustancial de los profesores contratistas no han sido una imposición directa de los gobiernos o algo que se haya dado por generación espontánea, sino por el deseo de cumplir determinadas metas, sin tener en cuenta el bienestar de los docentes de base, ni la realidad presupuestal.

A los ingenuos ciudadanos podemos enseñarles las maravillas que hacemos con las estadísticas, destacando la multiplicación de posgrados, que disimulan la privatización y el triunfo de ciertos intereses de grupo con tintes de progreso académicos. Podemos mostrarles las nuevas adecuaciones de infraestructura que expresan la distancia o la confusión de la ecología con la jardionología. Pero quienes conocemos los detalles vemos cómo crece la burocracia de amigos para los amigos, la aparición de las ventas informales con su degradación de los espacios, el despilfarro de los recursos, la pauperización del trabajo de los profesores y la proliferación de las carreras profecionalizantes. Aunque también es justo destacar algunos de los logros que se han dado en materia de bienestar para los estudiantes, el apoyo brindado durante la pandemia y el deseo de muchas personas por mejorar en sus prácticas docentes.

Como yo lo veo el futuro nos plantea enormes retos, pero si cada uno de nosotros no pone de su parte y deja a los directivos solos, sin hacerles veeduría con argumentos o analizando los objetivos que se plantean, entonces simplemente todo seguirá igual: perderemos lo poco que queda de autonomía, la “corrupción legal” se comerá el presupuesto y la apatía nos sumirá en una institución mediocre y plagada de estacionamientos de motos. No necesitamos un genio de rector que se crea el super líder de la “sociedad del conocimiento” con aspiraciones políticas, solo una persona que sea promotora de la inteligencia real, que haga parte del paisaje cotidiano, en contacto con la gente, predicando y practicando el dialogo, no haciendo como si ingresara en helicóptero derecho a su despacho o atendiendo desde las oficinas satélites para tomar decisiones inconsultas. Sin embargo se entiende algo de ese largo pasado porque la sociedad moderna prefiere a los mandatarios odiosos y engrupidos que a los simpáticos y es difícil ponerse en frente de tantos espíritus malignos que no entienden de respeto, que las cosas han de mejorar y que a la universidad no vamos a hacer lo que se nos da la gana con la mascota. Si bien es verdad que en los últimos tiempos los derechos se han ampliado sustancialmente para los trabajadores y los estudiantes, (a veces más por conveniencias que por convicción), es urgente volver sobre un elemento sustancial que se ha olvidado de la vida comunitaria: los deberes.

 

3.     La academia

Con respecto a la docencia tenemos dos graves problemas porque el sistema de estímulos que se orienta desde el Ministerio y sus agencias, con toda su parafernalia de indicadores cuantitativos, están haciendo que muchos profesores se preocupen por su vinculación con los posgrados, los grupos de investigación, las patentes y la realización de las famosas micro publicaciones coautoriales, con lo cual los pregrados se están descuidando. Urge entonces volver la mirada hacia ellos para que los mejores profesores y no los monitores o “semilleros”, sean los encargados de conquistar a los jóvenes para que le tomen cariño a las ciencias y no vean a la universidad sólo como un trampolín de profesionalización que les permita acceder rápido al brillante mundo del consumo.

El segundo problema es que la mayor parte de la carga docente de toda la universidad recae sobre profesores contratistas, personas que no pueden asumir un compromiso con la institución ni con los jóvenes. Los ponen y los quitan como si fuesen fichas de ajedrez. Muchas veces se dice que ese es un defecto que debe enfrentar “la universidad”, así en abstracto, cuando quienes crearon o sostienen el problema son personas concretas, directivos a los cuales podemos invitar a un poco de autocrítica. Es lo mismo que sucede cuando decimos “Los capitalistas nos explotan a través del Estado, los políticos y sus fundaciones”. Pues bien hay que identificar quienes son, con nombres y apellidos, esos individuos preeminentes y también señalar quienes los reeligen para poder cambiar nuestra historia.

Me molesta mucho que en los grandes eventos de la Universidad y en cada proceso de selección de rector no se toca el tema de los contratistas, ni se les menciona en los programas de gobierno, es como si no existieran. Ese “olvido” fastidia porque significa que los colegas seguirán sometidos a la farsa de la selección por “hoja de vida institucional” o a merced del clientelismo de las facultades en esos concursos perversos, carentes de transparencia. A esto habrá que prestarle mucha atención porque con la reforma laboral, si no se hace un estudio detallado, simplemente lo que sucederá es que las unidades feudatarias saldrán fortalecidas. Seguro podríamos pensar en concursos regidos por pares externos en conclave. Y como desde mi punto de vista el profesor es vinculado por la institución, no por las facultades o las sedes, ello significa, entre otras cosas que debería haber más democracia interna y una movilidad intrainstitucional más constante, es decir que los profesores en un momento dado, puedan o deberían transitoriamente incluso prestar sus buenos oficios en todas las sedes de la Universidad. Ello ayudaría de forma real a la integración y al mejoramiento de la educación en nuestras ciudades de influencia. Es como pensar en el fortalecimiento de los prestamos interbibliotecarios para no duplicar las adquisiciones en cada sede.

 

A propósito, considero que en el plan de estructurar a cabalidad el ciclo de fundamentación, el año de adaptarse a la vida universitaria para aprender a aprender, la biblioteca debe jugar un rol mucho más importante y de la mano de los profesores porque son consideradas tradicionalmente, en mayor o menor grado, como un espacio distinto del aula de clase, es allá donde se guardan ciertos recursos, donde hay ciertas ayudas y en muchos casos se han convertido en burocráticos “centros culturales”. Por eso creo que si le integramos el Programa Editorial, las tareas de formación de la DACA y la dotamos de un mayor presupuesto para profesores dedicados a la lectura, la escritura y la comunicación, podemos hacer que ella sea la que irradie sobre los planes de estudio el amor por los textos, el diseño de libros, la capacitación y las estrategias de aprendizaje que nos ofrece lo que llaman “multimedial”. Al Programa Editorial por ejemplo debemos hacerle una reestructuración, dotarlo de personal y presupuesto estables. El director debería ser una persona centrada en los procesos de lecto-escritura, que tenga un trato directo (no mediante software) con los autores a fin de construir un plan de compromisos retributivos de ir a las aulas de clase o a las sedes a compartir sus experiencias en materia de lectura, investigación, y escritura.

Sobre los recursos comunicativos de UV TV, Univalle FM y las publicaciones impresas, hay que asignarles nuevos roles porque, aunque no tengo una idea concreta, creo que no son caja de resonancia de la dirección y deberían asignárseles más tareas académicas para que, diferenciándose de los medios masivos del entretenimiento, contribuyan decididamente a la formación intelectual de la comunidad en general.

Para terminar este punto he de indicar que a nivel nacional y local la concesión de puntos de escalafón por productividad y el reconocimiento de la docencia calificadas, son sistemas que nos van llevando por un mal camino porque se va olvidando que el objetivo del profesor son sus alumnos, su formación integral y no los puntos.

 

4.     Regionalización

 

Como habrán podido constatar en los párrafos anteriores hay elementos que tocan al sistema de regionalización, pero es bueno precisar algunas de las ideas. Lo primero es que para darle seriedad al sistema, el director debe ser nombrado en propiedad por un periodo mínimo de dos años y los directores de las sedes no pueden seguir siendo simplemente fichas de repuesto del rector. Si reclamo democracia real para la selección de la máxima autoridad de la institución pienso que a todo el cuerpo profesoral de las sedes, hay que formalizarlos y darles poder de decisión, pues deben gozar de las mismas garantías que tienen los de Cali.

Para recalcar en lo dicho arriba, creo que antes de pensar en más edificios relumbrones o en la creación de más planes de estudios de relativa seriedad, o de poco ajuste con las condiciones de su municipio, debemos elevar sustancialmente el nivel académico, para evitar la deserción estudiantil, un problema grave que afecta mucho al estado anímico de los jóvenes y a la sociedad le significan una pérdida enorme de recursos.

Todas las sedes, incluida la principal viven con sueños de “grandeza” y eso es bueno, el problema surge cuando no se dimensiona la realidad. Estarnos evaluando por el puesto que ocupamos en el concierto internacional, nacional o regional (el ranking) es una tontería porque no estamos compitiendo en igualdad de condiciones ni debemos pensar, como si fuésemos caballos de carreras o empresarios, pensemos en ser mejores cada día dentro de nuestros objetivos y en colaborar unos con otros. Tampoco es razonable comparar a Meléndez con las otras sedes porque uno debe luchar por la identidad y no vivir mirando lo que hace el vecino que casualmente siempre “tiene un jardín más bonito”. Muchos estudiantes envidian cosas de Cali, pero olvidan que en Meléndez hay una sumatoria de problemas que no tienen las sedes porque los expertos en gobernanza se lo han dejado todo al “Laissez faire”. Yo he visto y vivido con agrado que las sedes son hermosas, limpias y las gentes en general se conocen y se tratan bien. En Meléndez reinan la apatía, el desorden, las personas se tiran al piso sucio llevados por la pereza, la pedrea y la droga se mezclan con la rumba permanente. Reitero: hay que buscar la excelencia pero cada uno según su circunstancia.

Para apoyar la investigación de los estudiantes de las sedes, se podría pensar en un programa de becas internas que, de acuerdo con la evaluación de la dirección de la sede, le proponga los proyectos que requieren el respaldo de Cali y así el estudiante pueda tener acceso a los laboratorios, permanecer en esta ciudad por un semestre con los servicios de bienestar. Y si fuera el caso se podría prolongar hasta por otros 6 meses.

Para todas las sedes deberíamos recuperar la “Semana Universitaria”, realizarla una vez al año en simultáneo para intercambiar, entre todas, las conferencias, la presentación de libros, las actividades artísticas y deportivas.

 

5.     El estudiantado

 

Continuando con la idea de fortalecer los pregrados considero que a los jóvenes es necesario darles la oportunidad de equivocarse en la escogencia de la carrera, por eso es importante seguir modelando el ciclo básico de formación y facilitarles el cambio de plan de estudios por una vez. Y valdría la pena pensar en otorgarle al mejor estudiante de cada promoción, según el departamento al que pertenece, la matrícula gratuita al posgrado de su escogencia, en Univalle.

El período de adiciones y cancelaciones, por estar en un tiempo tan avanzado del semestre, se ha constituido en un mecanismo perverso que induce a los profesores y a los alumnos a la mediocridad y a un desgaste innecesario, por eso es indispensable que revisemos el Acuerdo 009 sobre esta materia.

Como de nada vale seguir teorizando sobre la importancia de estar en contacto con el mundo y seguimos con el pobre manejo de los idiomas, la universidad puede asumir la tarea de elevar su nivel de inglés y ampliar la oferta de idiomas extracurricularmente para estudiantes, profesores y trabajadores. Estoy pensando en una oferta de varios niveles, pero, y esto es muy clave, no gratuito, sino con un precio reembolsable al final de cada nivel para aquellos que lo superen con nota de 3.


 


6.     El bienestar

 

El plan gubernamental de ampliación de cupos será una gran oportunidad para la juventud y como se habla de más presupuesto, ya algunos se frotan las manos pero habrá que ver lo que se hace con él. A Univalle y sus sedes le significara un enorme reto porque hay problemas que no se resuelven con dinero si no con visión de las prioridades. Más personas en la universidad significan, como lo he indicado muchas veces, que se requerirá de un mejor sistema de cafeterías mayor vigilancia en el aseo y sostenimiento de la infraestructura actual. La falta de organización y la proliferación de ventas informales de comida bajo la única consideración del derecho individual a hacer dinero, son un riesgo enorme para la salud colectiva. Es imperioso hacer que las cafeterías conformen un sistema donde se evalúen también los convenios y servicios de los particulares. La cafetería central de Meléndez, en particular debe estar abierta y funcionando de 7 a 7 porque las necesidades de la comunidad universitaria no se limitan al almuerzo. Lo importante es vivir en el fomento de la legalidad y la salubridad, porque hoy son los propios profesores y directivos quienes con el ejemplo, fomentan la informalidad entre las nuevas generaciones, para luego salir a teorizar sobre la corrupción nacional.

La otra tarea que tiene pendiente la Universidad del Valle, pensando primero en las personas y luego en los edificios, es completar el pago de las prestaciones de ley, me refiero a la afiliación del personal a la Caja de Compensación Familiar. Ahora bien, como eso es algo que puede requerir de un tiempo para su implementación, la rectoría o la oficina de Bienestar Universitario, pueden llegar a acuerdos con Fonvalle, Fetrabuv y Piedralinda para ofrecer programas los domingos en el CDU o en las sedes de Piedralinda. Eso es posible, lo que ha faltado es voluntad organizativa.

 

7.     La extensión

 

Hemos hablado muchas veces sobre el aprovechamiento del campus universitario en los períodos de vacaciones para vincular más a nuestros estudiantes a tareas académicas, como cursos de verano, actividades de extensión, y para las prácticas deportivas y sin embargo la dirección universitaria no ha puesto un empeño real. Además bajo la denominación de extensión creo que andamos confundidos, porque se piensa que es para hacer dinero, o basta con programar ciclos de conferencias o espectáculos para el consumo, la idea debe ser integrarnos a la comunidad para interactuar con ella, ofreciéndole nuestro compromiso, nuestro trabajo y nuestros conocimientos, proponiendo soluciones a sus necesidades materiales y espirituales con la ayuda de los estudiantes en prácticas o tesis. En ese propósito de vincularnos más a la comunidad, cada facultad tiene sus especificidades.

Desde Rectoría estimo que podemos estructurar un plan con la Gobernación del Valle para tener un contacto con las poblaciones más alejadas, llevando exposiciones y desarrollando actividades con profesores en las escuelas veredales, porque en el futuro allá debe llegar la nueva educación superior.

Como parte de esto de la extensión, para Cali con la ayuda de la Facultad de Artes me gustaría volver a realizar “Explorarte”, un evento que por muchos años organicé desde la Facultad de Administración, para la promoción de la pintura y el dibujo entre los jóvenes. No es una idea exigente e incluso se puede financiar con parte del “salarito” de ejecutivo que le dan al rector.

 

8.     Lo presupuestal y lo administrativo

 

Es imperioso siempre recordar el principio fundamental de que lo administrativo debe estar al servicio de la academia y si el gobierno central cumple con la palabra empeñada, de girar mayores recursos a la educación superior, el deber de todos será vigilar que se utilicen de forma austera, transparente y bajo el principio de la racionalidad. Ya andan por ahí haciendo cuentas para derribar viejos edificios y elevar unos nuevos resplandores de última generación. Frente a eso hay que atender lo que sea urgente, pero el objetivo debe ser primero pensar en el bienestar de las personas y mejorar la docencia. Tampoco vale la pena prestarse a tantos proyectos de inversión que surgen por ahí, para hacer politiquería y repartirles contratos a los amigos de los amigos, como sucedió en los tiempos del alcalde Armitage.

Con respecto a la contratación, toda, incluyendo el asunto de los asesores de la rectoría tiene que ponerse al escrutinio público, porque estamos hablando de recursos del Estado y aunque no lo crean algunos, la sociedad, a su manera y tarde o temprano, se entera de lo que pasa.

Por ultimo quisiera manifestarles mi compromiso por cuidar del campus de Meléndez, porque la universidad se cuenta como uno de los más importantes pulmones verdes que quedan dentro del perímetro urbano de Cali. Lo indico porque en poco tiempo una parte de dicha zona se perderá cuando inicien las obras del nuevo acueducto, donde prometen plantar “paisajísticamente” concreto, asfalto, luminarias y unos pequeños jardines. Y no olviden lo que hicieron los gerencialistas con el montaje del espectáculo de Decathlon Solar, pues se sacrificó más de una hectárea a nombre de la ecología y hoy se continúan pudriendo las casas del futuro. Miles de millones se pierden cada día en ello como tantos otros se perdieron con la demolición de la antigua entrada principal. Y nadie dice nada ni simulan un poco de autocrítica.

 

LA ESTRUCTURA DEMOLIDA SOBRE LA 13

***

Como habrán podido constatar este documento no es un “resumen ejecutivo” para destacar mi “liderazgo” ni un rosario de promesas de “impacto” para seducir incautos. Tampoco es un canto sobre lo que mi equipo y yo haremos, impulsaremos, fortaleceremos, crearemos o “modernizaremos” para seguir luchando por “la calidad” de la educación centrada en “la creatividad, la innovación y el emprendimiento”. Es solo la presentación de unas cuantas ideas para invitar a los que piensan distinto a debatir en autocrítica con hechos y argumentos, sobre lo mejor para nuestra universidad, como debe hacerse en toda institución de educación superior.

Por ultimo decir que guardo la esperanza que el cambio social se profundice con los años por venir, para que el siguiente rector llegue en el marco de condiciones democráticas y sin derecho a reelección. A mí me parece que el rector de Univalle debería salir de un voto por parte de los siguientes sectores: los estudiantes, los que son docentes, los trabajadores y empleados, el voto del gobernador de turno y el voto del ministro o su delegado. Esto sin olvidar que también deberán darse reglas claras en los procesos de revocatoria. Ahora, si en el actual proceso se notan los descaros de falta de transparencia, no renunciaré a mi candidatura a mitad del camino con propósitos oportunistas, pues como conozco las reglas actuales y como no puedo disponer de un grupo de testigos que fiscalicen cada detalle, nuevamente me atendré al dictamen final. En esto, como en otros campos, mi regla en general ha sido bien sencilla, yo cuestiono, sugiero y pongo de mi parte, los demás verán lo que hacen.

 

VAMOS ADELANTE
POR UN NUEVO MODELO DE EDUCACION

Y

CON UNA RECTORÍA PENSANDO EN LA GENTE

 

 Trabajos de mierda:

https://www.youtube.com/watch?v=5bD5qtMY6l4

 



[i] http://cesarca.pbworks.com/w/file/fetch/153994500/Universidad%20Hoy.pdf