domingo

DIA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS

EL 10 DE DICIEMBRE ES EL DIA INTERNACIONAL
DE LOS DERECHOS HUMANOS


Lápices de colores, marcadores, y pintura acrílica.
70 cms x 50 cms




Diseño en Corel





Diseño en Corel

 

LA ESTANDARIZACION DE LOS PARQUES

 

La pandemia parece que a muchos les va a cambiar en algo la vida porque después de tantos días de encierro y de no poder ir a los centros comerciales o al campo, se vieron obligados a mirar con nuevos ojos al parque del barrio pues había que romper con la rutina y tratar de luchar contra el estrés que nos producían los medios de comunicación con su sensacionalismo alrededor del corona virus. En un principio fue la urgencia de sacar a la mascota, pero luego cada vez más personas, buscaron el parque para tratar de socializar aunque fuera por un instante con los vecinos.

Por muchos años los parques de barrio han sido lugares olvidados que solo sirven de letrina para los perros o los taxistas y el lugar de consumo de alucinógenos de los jóvenes extraviados, en consecuencia ahora cuando los necesitamos resulta que son espacios que no inspiran confianza para las familias ni son atractivos porque cada cual cree que puede hacer en ellos lo que se les da la gana o los alcaldes suelen estandarizarlos llenándolos de concreto o de luminarias como si de esa forma fueran a ahuyentar a los ampones que atacan a pleno sol.

La estandarización es una expresión de la pobreza imaginativa de nuestros gobernantes y de la incapacidad organizativa de un pueblo acostumbrado a ser gobernado como masa sumisa. De acuerdo con los diccionarios como el de la Real Academia de la Lengua estandarizar significa ajustar o nivelar algo o alguien a un patrón común, norma o modelo. En manos de los capitalistas la estandarización o igualación de los procesos, sujetos u objetos con que trabajan ha sido una estrategia muy exitosa porque les ha permitido la maximización de la ganancia y la conservación del poder. No en vano es que ahora con mucha naturalidad hablamos de producción en masa, consumo masivo, sociedad de masas y de homogenización social a través de los discursos estandarizados (modas) que irradian los medios masivos de comunicación. En el campo de la educación con la virtualidad, la estandarización o la no consideración de la especificidad de los sujetos están teniendo unas consecuencias tan drásticas que están generando síntomas de egoísmo, falta de empatía y deshumanización. Pérez Martínez, Ángel en su articulo “Estandarización, una amenaza para la educación”  decía que “Con los niños hay que tener cuidado, los docentes y los colegios deben evitar la estandarización y evaluación en masa al interior del aula, mediante la cual se reproduce en los salones escolares evaluaciones despersonalizadas y sin ninguna contribución al proceso educativo, dejando de lado el hecho irrefutable de que todos los estudiantes son distintos y ellos no aprenden a la misma velocidad” .

Es obvio que, para los funcionarios públicos, es más fácil administrar las zonas verdes con políticas estándar porque les permite conservar el puesto, les ahorrar trabajo imaginativo, recursos económicos y como al gobernante lo que le interesa es mostrar estadísticas, lo que buscan es mostrar que hacen algo con nuestros impuestos. Sin embargo, cuando se manejan y diseñan los espacios verdes bajo unos mismos principios, como si todos fueran iguales, desconociendo las especificidades de cada uno de los entornos socio-biológicos, los efectos pueden ser desastrosos para el suelo, las plantas los animales e incluso para las personas. Así, por ejemplo, frente al mantenimiento, debe considerarse que las plantas a ubicar en áreas de alta pendiente no pueden ser las mismas ni podadas de igual manera que las de zonas planas porque hay que tener en cuentan los procesos de erosión, el nivel freático y las condiciones de meteorológicas a lo largo del año. Además, no es lo mismo sostener un parque o un jardín donde existe una alta cohesión social con población adulta que cuidar áreas verdes en barrios de fundación reciente con mayor presencia de jóvenes matrimonios y niños.

La estandarización en el diseño de las zonas verdes hace posible que las administraciones locales compren a bajo costo, por ejemplo, los mismos juegos infantiles de toboganes y columpios por décadas para todos los parques, pero al no pensar en las necesidades específicas o gustos de cada comunidad, introducen una monotonía en las ciudades que terminan por hacer que las personas no los utilicen y con ello se genera, en últimas, la pérdida de los recursos invertidos. Alguien decía que visitar parques estandarizados, era como obligar a los niños a ver la misma película una y otra vez. Como una alternativa a esa tendencia, en algunas ciudades se vienen haciendo experimentos para propiciar diseños creativos, que permiten integrar más a los chicos y grandes con los espacios públicos; unos apelando a las corrientes de la moda tecnodigital con pantallas gigantes de video para convocar o entretener a los adultos como se ha hecho en Montreal, o Melbourne y otros como los realizados en ciudad de México, diseñando grandes “juguetes urbanos”, de acuerdo con los requerimientos de sus entornos sociales.

En Colombia por desgracia nuestros mandatarios locales, carentes de imaginación lo único que hacen con nuestros parques es llenarlos de superficies impermeables que destruyen la vida del suelo y lo hacen así porque lo que les interesa es asignar contratos de obras que en ultimas les sirven para conseguir la financiación de sus campañas electorales. Pero lo peor es que sobre esas superficies de asfalto y concreto lo que hacen los alcaldes, incluso a solicitud de la masa que se deja llevar por el espíritu gregario, es utilizarlas para plantar “Estaciones saludables” que son maquinas que solo sirven para que las personas actúen como individualistas autómatas repitiendo los mismos ejercicios estandarizados que los comerciantes y fabricantes promueven a nombre de la salud publica de la republica.

Un miniparque al que le regaron concreto para poner la estación estándar de
"Bio saludable"


Para no caer en esa trampa de los juegos de moda tenemos que recordar que para la formación de los chicos y el deleite incluso de los grandes hay que propiciar el contacto con la naturaleza, las plantas y el agua. Un niño lo que quiere es experimentar, sentarse, hacer ruido, caminar saltar trepar, hacer equilibrio, girar, reptar, hacer fuerza y sobre todo agruparse, jugar con los otros. Por lo tanto, los juegos infantiles o los “play ground” como se les llama en ingles tenemos que crearlos para propiciar el desarrollo de las capacidades físicas e intelectuales de los chicos en su interacción incluso con los mayores.

La música y el dibujo también deberían estar en el parque
Boceto del autor


Señor alcalde, si queremos una sociedad mejor es necesario crear los espacios para ello, donde las personas aprendan a compartir con su comunidad, en el juego, en la charla y en el encuentro con la biodiversidad. No es muy difícil crear play ground que se ajusten a nuestras necesidades del futuro, solo se necesita que exista una voluntad política para apoyar a los diseñadores para que los puedan crear e implementar. (Véase por ejemplo https://www.playgrounds.co.nz) Por supuesto que en todos los parques puede haber elementos de riesgo, pero los padres sobreprotectores pueden dejar a sus chicos en un ánfora de cristal y permitir que los demás disfruten de la vida para que aprendan a sortear el peligro.

Boceto del autor. Cómo diseñar juegos que estimulen el
esfuerzo colectivo?


Finalmente digamos que el día que los alcaldes estén realmente interesando en propiciar el bienestar de sus gobernados y en el cuidado de la naturaleza, entonces, sus responsables de cuidar o diseñar las zonas verdes deberán empezar por preservar el suelo existente de la expansión del cemento e incluso tendrán que pensar en demoler viejas construcciones para restituir la naturaleza y así lograr que los parques de los barrios sean más amables y permitan una vida digna en ciudades compactas. Y como hay que pensar que los parques deben ser también para los mayores debemos diseñarlos que florezca el espíritu colaborativo o la participación ciudadana. Esa seria una vía para construir una democracia real.

Jugar con arena, bricar, colgarse
Boceto del autor

jueves

CASA DE LAS MEMORIAS CALI


POR LA NO REPETICIÓN


La Casa de las Memorias se encuentra en el centro histórico de la ciudad de Cali, en el viejo barrio de La Merced, más exactamente en la Carrera 4 Nº 6-56 y su edificación ha sido considerada un Bien de Interés Cultural.

Esta institución, depende administrativamente de la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana y de momento no es un museo, sino uno de los tantos centros de memoria que se han creado alrededor del mundo, inspirados en los planteamientos realizados por algunos historiadores franceses.

La fachada


El patio central




Sala Ruta de la Memoria

Sala Geografia del conflicto
En el universo perfecto los individuos son buenos, y saben medir con tanta exactitud las consecuencias de sus actos, que no conocen de equivocaciones ni de eventos fortuitos y por lo tanto nunca tienen que pedir perdón. En nuestro mundo los que no hacen nada y los que creen que solo a los demás se les derrama la leche, son los únicos perfectos porque a los demás nos toca enfrentarnos con la suerte, con la enorme variedad de circunstancias en que vivimos, con los egoísmos, las vanidades, la desigual capacidad de raciocinio, la avaricia e incluso con la pedantería de los arios. Como los perfectos, los elegidos por la divina providencia para tener la sabiduría, siempre están listos a imponer la ley del Talión, la cadena perpetua o a sentenciarles la pena de muerte a sus conciudadanos, es que otros hombres se inventaron los sistemas de justicia, las penas alternativas y las amnistías.

Ahora bien, a raíz del proceso de paz y retomando algunas ideas de pensadores franceses, se han creado algunos espacios de institucionales, como el Museo de la Memoria de Colombia en Bogotá para “el esclarecimiento de la verdad, el respeto por la diversidad de las memorias, la dignificación de las víctimas, la reconstrucción de los lazos que rompió la guerra y el fortalecimiento de la sociedad para que no repita sus errores”. En Cali se creó La Casa de las Memorias porque, aunque persiste la violencia, en el conflicto fueron miles de personas de este territorio las que sufrieron como víctimas o victimarios y el reto que tenemos los vallecaucanos y colombianos es sanar el algo las heridas y construir un país mucho mejor. No será una tarea fácil porque un sector de la población no puede perdonar y lo que esperan es la venganza judicial, otros quieren construir una sola verdad total sobre lo sucedido e incluso hay personas que, por fortuna, ya están utilizando dicho espacio para iniciar el proceso de encuentro y así mirar con otros ojos al porvenir.

Desde la perspectiva de la historia sabemos que perdonar es difícil y que partiendo de las realidades concretas en que han vivido los sujetos podemos aventurarnos a entender parcialmente lo sucedido, pero los lugares de memoria no buscan sentenciar una verdad ni mortificarnos eternamente con el pasado, lo que intentan es construir un universo de experiencias e ideas que nos impida repetir el pasado.

Por último digamos lo siguiente: lo que nos debe interesar del niño que se roba una gallina no es dejarlo manco, no es esperar que simplemente pida perdón por treinta horas, tampoco debe interesarnos recriminarle todos los días por lo que hizo, lo que necesitamos es que el niño no vuelva a hacerlo y se convierta en un hombre que pueda aportarle algo bueno a su comunidad porque el objetivo de la paz es que podamos caminar juntos.

Adenda. Las victimas no están contentas con lo que  hoy se exhibe en la Casa porque se gastaron mas de 1600 millones de pesos en un montaje "que no nos representa". Pero son las victimas las que deben ponerse de acuerdo para luchar para que la realidad se aproxime a sus expectativas.


jardin

Jardin



Fragmento de uno de los murales

Fragmento de uno de los murales

Fragmento de murales


LA LUCHA POR UNA UNIVERSIDAD PÚBLICA

 Presente y futuro de la universidad.

Como en tantas otras esferas de la vida nacional, la educación está pasando por una prueba difícil, porque la pandemia nos tomó por sorpresa y aunque en el primer semestre del 2020, algunas instituciones intentaron hacer algo con la ayuda del internet, miles de niños y jóvenes se quedaron en la orfandad. Para el segundo semestre el gobierno ha estado repitiendo que habrá un regreso a clases, bajo el esquema de la alternancia presencial-virtual y con protocolos de bioseguridad, pero “aclarando” que cada departamento, municipio y colegio hará lo que pueda según las circunstancias y respetando la voluntad de cada profesor o padre de familia.
En la educación superior la incertidumbre es impresionante, unas instituciones plantean que solo harán virtualidad mientras otras buscan implementar el modelo de la alternancia y los rectores, como buenos políticos, para salir del aprieto se dedican a prometer generalidades, que tienen los protocolos listos y que aprovecharán la tecnología para “reinventarse”. Pero todo parece indicar que seguiremos esperando la solución a la crisis que se generó a partir de la ley 30 y la consecuente mercantilización de la educación, porque muchos todavía creen en los discursos oficiales u oficiosos que repiten que el futuro de las universidades “…está en la informática, en la promoción de la innovación y la internacionalización del conocimiento, para atender a los nuevos retos del desarrollo científico tecnológico que nos plantea la globalización”. Todo eso lo señalan como si estuviéramos condenados a seguir formando a las nuevas generaciones para la reproducción perpetua del modelo social y económico de este capitalismo depredador. Si bien las universidades privadas funcionan con esa perspectiva, porque son unidades de negocio, los colombianos deberíamos esperar que en las universidades públicas pudiéramos encontrar personas interesadas en asumir el reto de ayudar a construir un mundo mejor, pues aunque nadie sabe cómo será el futuro, los hombres tenemos la posibilidad de imaginar y luchar para que las cosas sean diferentes.
Surge entonces la pregunta ¿Están los profesores y los trabajadores de las universidades públicas interesados en emprender esa lucha? En términos generales no, porque como ya es sabido, en nuestras actuales estructuras burocráticas las personas se dedican a esquivar los posibles inconvenientes para conservar con tranquilidad el cargo y tener la posibilidad de ir mejorando su escala salarial. Cuando han estallado las crisis financieras ha sido posible encontrar, transitoriamente, algunas voces discordantes frente al poder y hasta se reorganizan en sindicatos pero, infortunadamente muchos no utilizan esas agremiaciones para sacar a delante sus instituciones sino para salvaguardar los intereses particulares. De ahí que sea equivocado pensar que los problemas universitarios se resolverán con más presupuesto.
En los últimos meses la avalancha de los acontecimientos ha resultado tan abrumadora, que pocos se han dado cuenta que, de hecho el gobierno continúa, mediante decretos, implementando las reformas que necesita para centrar la educación superior en la promoción de la tecnología y la innovación orientadas a la maximización de la rentabilidad económica que el empresariado necesita. En consecuencia, todo parece indicar que tenemos tres opciones.
Seguir optado por la estrategia del avestruz, es decir que cada cual atienda los asuntos de su día a día, esperando que pase el temporal, mientras los de arriba toman las decisiones, cuales quiera que ellas sean.
Podemos continuar con el remedo de la virtualidad, teletrabajo o trabajo en casa, hasta que el último de los estudiantes sea vacunado.
O hacer uso de la AUTONOMÍA para construir un cambio real y retomar labores. Aunque esa es una palabra que las directivas genuflexas prefieren evitar.
Lo más obvio sería, hipotéticamente, que antes de cualquier decisión que se tome, en las universidades se abriera la discusión amplia sobre su futuro porque la democracia consiste en eso, en abrir o crear los espacios para que los seres pensantes puedan escuchar, deliberar y decidir, pero tal cosa no sucederá. Hoy, mientras unos creen, como de costumbre, que éste no es el momento oportuno para teorizar sobre una nueva universidad, los políticos-empresarios siguen tomando las determinaciones que se les antojan, afectando a miles de personas que no tienen acceso a una educación de calidad.
Ahora bien ¿Cuáles serían los aspectos sobre los cuales podríamos discutir para sacar a las universidades de las crisis cíclicas? Para trascender los aspectos procedimentales del inmediato futuro, tales como el de la alternancia y los protocolos de bioseguridad deberíamos aspirar a una educación superior ya no centrada en los ideales del crecimiento económico ilimitado, la competitividad y la empleabilidad sino en la austeridad, el bienestar colectivo, la solidaridad, el amor desinteresado por el conocimiento y en el respeto hacia el medio ambiente. En ese nuevo contexto la universidad tendría que reestructurarse para dejar de funcionar como una entidad feudataria y debería formalizar a los profesores que laboran a destajo para poner en práctica los elementos reales de la participación democrática y así, entre otras cosas, garantizar transparencia en el manejo de los recursos y dejar de reproducir el odioso clasismo de discriminar a sus estudiantes según el supuesto estrato socioeconómico al que pertenecen.
Una vez alcanzada la gratuidad la siguiente tarea a emprender consiste dejar de convertir a los elementos tecnológicos (teléfonos, SIG, muñecos clínicos) en fetiches porque, la educación no es la transmisión de información instrumental sino el fomento del intercambio de las diversas experiencias entre las distintas generaciones para la construcción de comunidad. En ese orden de ideas y pasando a considerar a los universitarios como personas adultas, deberíamos aprovechar el internet para hacer un giro, no tanto hacia la virtualidad, sino hacia la implementación de los postulados de la andragogía para potenciar la formación permanente y la investigación de alto nivel.
Con relación a las bibliotecas tenemos que la tendencia es a convertirlas en mini “centros culturales” para proyectar espectáculos de consumo, pero su misión deberá ser la recuperación del libro impreso, aunque suene a anacronismo. El culto por los artículos de resultados de investigación ha desmejorado el amor por el conocimiento “inútil”, la lectura pausada y la reflexión profunda. Bien puede el lector hacer la consulta de cuántos libros están leyendo los profesores universitarios por año y le dirán que ni siquiera los leen completos porque prefieren consultar las quince páginas que aparecen en las revistas de moda. La tarea entonces debería ser conectar a las bibliotecas con los centros editoriales para la creación, promoción y distribución de los libros.
Por último, y esto es muy importante, si de verdad queremos que la universidad pública se conecte con la sociedad que le da vida, en el futuro deberá permanecer siempre abierta y funcionando. Pero no como reza la consigna callejera, sino de verdad, poniéndola a disposición de los ciudadanos en vacaciones, los sábados, los domingos e incluso en ciertas áreas de los campus las 24 horas del día. Piénsese que si no miramos como un tabú las clases los fines de semana, podremos incluso considerarlas como una buena estrategia formativa en tiempos del “distanciamiento social”.
En fin, para recuperar la educación superior es mejor no evaluarla con las tendencias actuales para trascender hacia lo político y pensar en la sociedad que queremos porque será ella, bajo otras circunstancias, la que determinará las características de la nueva universidad.

martes

JUEGOS PARA LIMITADOS VISUALES



Si bien es cierto que desde la teoría del emprendimiento nos dicen que todo lo podemos convertir en oportunidades de negocio, también es verdad que existe otra corriente de pensamiento interesada demostrar que en la vida es importante tener escrúpulos y que podemos fomentar la solidad y la generosidad. Es por esto que en internet están como ejemplos contrapuestos, de un lado los empresarios de la pornografía y del otro, los promotores de conocimiento libre. Pero no es mi deseo profundizar en esa disparidad sino compartirles mi última experiencia.
Hace unos meces se me presentó el reto de ayudarle a mi madre a encontrar entretenimiento, pues ante su creciente limitación visual ya no dría volver a ver televisión. Busqué en internet algunas ideas, pero como no tuve mucho éxito se me ocurrieron los siguientes juegos.

1. ENCAJE. Tomé un cartón grueso y recorté figuras para que ella las encajara en su lugar correspondiente. De esa forma se irá acostumbrando a reconocer las formas por el tacto. Al principio, por supuesto que le resultó difícil.





Fui a una tienda de publicidad y ahí tienen madera MDF que recortan con lazer, uno puede llevar un diseño por computador. La imagen que sigue me la hicieron ellos.

Mdf recortado con lazer, queda perfecto y no me pareció costoso



2. ENCAJE 2. Me encontré unos cartones ya fabricados y a cada uno de ellos le recorté una figura para que las pusiera en su ficha correspondiente.




3. PARQUÉS. Con un marcador tracé en formato grande un parqués simplificado para dos personas. Las dos fichas tienen un cartón negro pegado en su base para aumentarles su visibilidad y en madera hice los dados más grandes.

4. CRUZ de letras. Sobre una cartulina tracé cuadriculas de 6 cms x 6 cms. Hice las letras grandes con marcador en cartones de iguales dimensiones. La idea es ir entrecruzando el mayor número de palabras posible de un mismo tema: Un día ella debe “escribir” sobre jardinería, deportes, artículos de cocina, literatura etc. Este ejercicio es buenísimo para la activación de la memoria.




6. Con esa misma idea de fichas se pueden hacer números grandes para jugar Sodoku sobre una grilla de 4 por 4 cuadriculas. Una persona fija 4 o 3 numeros con una moneda que el jugador no puede tocar y luego él tiene que completar el juego

5. Finalmente quiero recordarle a las personas que deseen ayudarles a sus familiares que tengan limitaciones visuales que pueden experimentar con plastilina, greda para cerámica, jugar con el piano o dibujar con el computador en pantalla de televisor con programas de dibujo. Para esto último le recomiendo el Paint o sketchbook dejándole un pincel grande con tinte blanco para que dibuje sobre fondo negro. O utilizar solo el borrador.

Por su puesto que si usted es de los que piensan en hacer dinero puede fabricar las fichas en madera o en plástico para aprovechar las necesidades de entretenimiento del (segmento de mercado) los limitados visuales o puede simplemente compartir sus nuevas ideas y experiencias con los demás desinteresadamente.

viernes

EL DESPILFARRO DE ENERGÍA

EL SECTOR ENERGÉTICO FALTO DE ESCRÚPULOS

Los ministros en Colombia por regla general son atenidos que viven de la “puerta giratoria”, se forman como fieles servidores del capital privado, luego cada cierto tiempo pasan al Estado a legislar para sus amos, regresan a ser gerentes o consiguen amigos que los impulsan hacia nuevos cargos políticos. Los ejemplos son numerosos, como el del señor Uribitwo, el de las ministras que en lugar de garantizar la gratuidad de la educación superior se dedican a inventar trucos-becas para financiar las universidades privadas. También tenemos el caso del exministro Alejandro Gaviria Uribe que durante 6 años se encargó de cuidarles el negocio a las EPS, ahora es rector de la Universidad de la Javeriana y algunos ya le van inflando sus discursos, para ponerlo como candidato presidencial.

Pero hoy tenemos que hablar de la actual ministra de minas y energía María Fernanda Suarez, porque es una digna representante de esta moda de los gerencialistas en el poder, que dictan cátedras de liderazgo. Ella ha sido vicepresidenta de inversiones de Porvenir, ejecutiva del Citibank y también ha participado de las juntas directivas de ISA, Isagen y Ocensa. Dicha ministra es noticia porque utilizando el viejo argumento de la sequía y el fenómeno del niño viene preparando el terreno para que los colombianos aceptemos con resignación nuevas alzas en los servicios de energía o más ayudas para los capitalistas del sector como el denominado cargo por confiabilidad. Según ella, las cosas no pintan bien para el 2021 y aunque el senador Jose David Name plantea que “la usura de los generadores hidráulicos no tiene límites y ahora nos tiene a puertas de un apagón nacional”, la señora Suarez aún no estima necesario intervenir el mercado.

Es verdad que todo país debe contar con unas fuentes de energía necesarias para garantizar el funcionamiento de su aparato productivo, pero al igual que en la economía doméstica, ya es hora de empezar a responder las siguientes preguntas:
¿hasta dónde vamos a arriesgar para obtener lo que queremos?,
¿cuánto será suficiente?
y ¿en qué lo vamos a gastar?
Dichos cuestionamientos hay que hacerlos porque a los inversionistas lo único que les interesa es ampliar sus negocios hasta el infinito, sin tener ninguna otra consideración que la taza de ganancia, como lo hicieron por ejemplo en Hidroituango, donde no les importó alterar el cauce del río Cauca, el ecosistema de una región, ni les dolió poner en riesgo la vida de miles de personas humildes. La gran paradoja de esos afanes por ampliar la producción eléctrica, es que no disminuyen los costos, concentran la riqueza en unos pocos y entre todos, vamos dilapidando irracionalmente nuestros recursos naturales bajo el absurdo ideal del progreso.

Como el negocio consiste en producir con la ayuda de y los bienes del Estado para venderle a los empresarios y al Estado por medio de contratos que firman los dirigentes políticos-empresariales, en este círculo vicioso es imposible hablar de planes reales de ahorro de energía, pues ahora los que tienen olfato para los negocios quieren incursionar en las “energías limpias” para así seguir su marcha destructiva sobre el planeta.

Contrario a lo que muchos creen, nuestra meta debería ser la disminución de la producción energética e ir atajando nuestro camino hacia la catástrofe. Ello es posible pero tenemos que dejar de lado la lógica de la ganancia individual, limitar nuestros estilos de vida ostentosos, evitar el robo de energía que se produce en cada esquina de nuestras ciudades y aprovechar tanto los conocimientos adquiridos, como nuestra capacidad de análisis. Debemos dejar de pensar que el alumbrado público debe funcionar las 12 horas continuas, cuando existe la tecnología para modularla. Es absurdo creer que a los ladrones los podemos combatir regando bombillos en los parques porque ellos fácilmente atacan a pleno sol. Tampoco podemos continuar derrochando energía como lo hacemos en diciembre con los cientos de juguetes o adornos que tenemos en casa. Y por último hay que recordar que la polución lumínica no es una mentira de los ecologistas radicales pues afecta el medio natural y la salud de las personas.

De manera que, podemos utilizar nuestra inteligencia y recapacitar o seguir aceptando que estos gobernantes inescrupulosos nos lleven hacia el suicidio colectivo.*

jueves

SE ACORDARON DE LOS CAMPESINOS


Las ciudades, en general, son espacios en constante crecimiento donde se han venido concentrando grandes masas de personas para vivir en una sorprendente mezcla de comodidades y dificultades, olvidando que dependen de la calidad de los entornos naturales y sobre todo de quienes viven en el campo.

La miseria del campo es real en Colombia


Ahora en estos días de crisis, por fin, algunos se han acordado de la importancia de la economía campesina, pero no con el ánimo de mejorarles en algo las condiciones de existencia de sus trabajadores frente a la pandemia sino, para especular con los precios de sus productos o para pedirles que no dejen de producir frutas y verduras a bajos precios. Es que la falta de consideración que tiene nuestra sociedad con los campesinos, es tan grande que a pesar de ser la población más afectada por el desempleo, la violencia, la miseria y la falta de servicios sociales, como salud digna o la educación de calidad, son objeto de manipulación electorera y de la burla permanente por parte de los ascensionistas faranduleros de una clase media que trabaja para los retrógrados magnates de la comunicación.
Tal vez las cosas serían distintas si a los que se dan ínfulas de ser tecno-aristócratas modernistas de sangre azul les pidiésemos que en lugar de andar viajando por el mundo, para traernos suvenires virulentos, se fueran a trabajar al campo colombiano durante una buena temporada. De esa forma aprenderían qué una libra de tomates cuesta sudor y lágrimas y que vivir de la tierra en una vereda lejana no es lo mismo que tener una finca de recreo con mayordomos, a 10 kilómetros de las capitales.
Mientras en la ciudad las personas, al final de la jornada laboral, pueden ir al centro comercial, tomarse un café con los amigos, ir al parque de diversiones o disponer de internet, al campesino más afortunado, si le llega la señal de televisión tiene que aguantarse la pésima programación de los canales institucionalizantes o el veneno de los industriales la manipulación mediática. Eso de trabajar la tierra por más de 8 horas para llegar a casa reventados a ver los informes de la contraloría, los discursos del subpresidente o la infinita repetidera de las ya centenarias películas de Cantinflas es una verdadera infamia. A los parapolíticos y a los delincuentes de cuello blanco que están en las cárceles, diríase que les toca una mejor vida.
Cuando el ciudadano va al supermercado debería recordar que al campesino le toca vivir aislado, en una pequeña parcela a donde no llegan las autopistas, que debe levantarse cada día a las 5 de la mañana a luchar sin apoyos tecnológicos contra las plagas, la inclemencia del tiempo atmosférico, la mala calidad de la tierra y la codicia de los terratenientes que ponen ministros. Pero también en el campo viven miles de personas sin tierra, rehenes del Sisbén o que deben convertirse en trabajadores a destajo con una paga de $20.000 al día, sin derecho a vacaciones, bonificaciones, seguridad social, ni mucho menos caja de compensación familiar.
Los campesinos ahora no necesitan de falsas alabanzas, aplausos virtuales de los twiteros, ni limosnas asistencialistas, lo que se merecen son condiciones de vida dignas, como todos.
Lo más triste es que por estos días algunos sesudos filósofos andan pregonando que una vez pase ésta, la primera gran crisis humana de la sacrosanta globalización, las cosas van a ser diferentes, sin decirnos quienes serán los gestores del cambio por cuanto ellos ya saben que en este país las crisis no sirven para mejorar nada pues nuestra clase dirigente ya ha demostrado que sabe cómo hacer para que todo, al final de día siga igual. Es mañosa y tiene el pellejo tan duro, que es insensible a morir.

sábado

LA EXPACION DEL CONCRETO Y EL ASFALTO


Ya casi llega la primera temporada de lluvias a Colombia y sin duda alguna, cada día los ciudadanos se verán más afectados por la fuerza de las aguas. Eso sucederá así por las equivocadas decisiones técnico-políticas que se han venido acumulando y no a causa de un castigo divino.

La alcaldesa hace poco declaraba a la prensa que los desastres resientes de Bogotá se debían al calentamiento global y a la deforestación de los cerros, pero claro, el problema es mas complejo de lo que a primera vista un televidente puede interpretar y por lo tanto es deber de todo ciudadano tratar de entender lo que está sucediendo en cualquiera que sea el centro urbano donde viva.

Impermeabilizar el suelo destruye la vida


El uso del suelo depende de decisiones políticas y en el proceso de deforestación intervienen los campesinos, los industriales de la madera, los especuladores inmobiliarios, los invasores de tierras y los pirómanos. Una vez tumbado el bosque, entonces las aguas caen directamente a la tierra, para luego rodar a altas velocidades por la pendiente hacia las zonas planas, arrastrando toda clase de partículas. Pero sembrar árboles en las laderas o poner plantas ornamentales en las zonas urbanas sin enfrentar el problema de la expansión del asfalto y el concreto es permitir que el problema de las inundaciones siga creciendo.

En un lugar donde las construcciones estén suficientemente rodeadas por suelos cubiertos con una buena capa vegetal, la radiación de los rayos solares y las aguas lluvias son recibidas o aprovechadas por los árboles y en consecuencia tenemos menor temperatura, así como una inferior velocidad de las aguas superficiales porque parte de ella va a alimentar los pozos subterráneos o como se dice, los acuíferos.

Ahora bien cuando los politiqueros ególatras aprovechan sus puestos de poder para querer perpetuar su imagen repartiendo contratos en obras faraónicas como autopistas, plazas y grandes complejos urbanísticos convencionales, entonces desaparecen las zonas verdes, se impermeabilizan los suelos y la ciudad se va convirtiendo en un enorme embudo sobre el cual las aguas lluvias caen para empezar a fluir cada vez más rápido hacia las zonas bajas donde tarde o temprano las alcantarillas colapsan y los ríos se desbordan. Eso sin contar que el cemento se transforma, por la incidencia de los rallos solares en extraordinarios elevadores de temperatura y crean, junto con los gases de la combustión, sobre las ciudades lo que se conoce como islas de calor. Por eso ciudades como Bogotá y Medellín cada día sufrirán más con los problemas de contaminación, las inundaciones y el aumento de la temperatura.

Para reiterar que estos son problemas políticos será suficiente contarles que el anterior alcalde de mi pueblo, después de estar posando como gran reforestador de los cerros, tras las quemas de verano, poco antes de las elecciones del 2019 se dedicó a pagar favores con contratos, utilizando a sus expertócratas de la oficina del medio ambiente DAGMA. Dichos contratos pretendían “modernizar” o “adecuar” los parques a las nuevas circunstancias, pero como los lectores ya adivinaran y como ya es tradición, toda “remodelación” significaron nuevos metros cuadrados de asfalto sobre las zonas verdes. Así es como hoy los parques se llenan de pistas de ciclocrós, la caceta comunal, la iglesia, la plaza, los senderos peatonales, la placa de concreto para la cancha de futbol y el puesto de ventas informales. Pero eso no es todo, ya el actual mandatario esta pensando en tres nuevos parques donde muy seguramente habrá que hacerle "algunas adecuaciones” para el disfrute de la comunidad.

Por todo lo anteriormente dicho, no es difícil adivinar que llegarán abril y mayo y con ellos las inundaciones.

FRANCISCO BARBOSA, EL FISCAL DE COLOMBIA


LA LEGALIDAD PARA LA INEQUIDAD

La designación del asesor-consejero Barbosa como nuevo fiscal general, a nadie sorprendió porque se corresponde con los principios políticos que inspiran al Señor Presidente, autor de “Maquiavelo en Colombia”, una la antología o copy-paste de la cual ya dio cuenta las Dos Orillas en el 2018 cuando publicó el artículo “El Príncipe o Pinocho ¿Cuál es el libro favorito de Duque?”
No sorprendió porque en este país los gobernantes a todo lo largo de la historia han sido profundos defensores de los “principados hereditarios” pues según el escritor italiano, en su segundo capítulo, el nepotismo es la forma de gobierno que mejor garantiza la estabilidad de la república. Por eso con “legalidad” se estructuran las leyes, las reformas tributarias o pensionales, se crean puestos, ministerios, contratos y distinciones a fin de beneficiar a sus familiares y amigos. De ahí que los primos, hermanos, esposas, “nipotes” (sobrinos o nietos) y los mismos apellidos se repitan una y otra vez entre los empresarios, dirigentes políticos, agremiaciones, clubes, altos cargos del Estado y consejos superiores de las universidades públicas de este país.

EL NEPOTISMO ES UN INVENTO DE LA GENTE ENVIDIOSA

Sobre el profesor Francisco Barbosa que es egresado de la Universidad Sergio Arboleda, cuna de muchos hombres ilustres del uribismo, algunos dicen que aprendió a ser chamalonidae rhamphole por su capacidad de cambiar de posiciones, pero según otros analistas, teniendo en cuenta sus afanes ascensionistas y el apellido, dicen que es un molusco trepaDucus. La polémica no viene al caso, porque aquí lo importante sería resaltar tres cosas, primero que las razones de la pirueta de la corte aún se desconocen, segundo que su compañero de estudios, lo puso en la terna porque había fracasado en su intento de pasar por la rampa hacia la JEP y en tercer lugar porque como “buen muchacho” pertenece a esas familias que la fortuna a dotado de unas cualidades excepcionales que le permiten disfrutar de las mieles del poder.
Aunque la FM radio y otros medios, solo mencionan que la hermana y su esposa entraron al gobierno luego de que fuera nombrado como consejero presidencial, un buen lector indagaría un poco más, hacia atrás en el tiempo y hacia los otros grados de consanguinidad para darse cuenta que desde de la casa de Nariño se reparte una mermelada con aroma de nepotismo.
Con mucha razón algunos dicen que al príncipe y a su corte le van muy bien, pero también es verdad que sus amigos creen que no le va tan bien porque la envidia y la simple animadversión de los críticos no los dejan progresar, como quisieran. ¡Plop!, diría Condorito.

miércoles

ORGULLOSAMENTE MACHISTA




Si, pero No. Oleo sobre carton paja

Cada día hay más personas que creen en el cuento de la democratización de la información y aunque ciertamente con la tecnología o el fetiche de los teléfonos “inteligentes” tenemos la posibilidad de expresar nuestras ideas en las ya tristemente célebres redes sociales, no nos estamos dando cuenta que unos pocos poderosos vienen moldeando nuestro cerebro para que nos dejemos arrastrar hacia polémicas absurdas que nos distraen de los problemas realmente importantes. Para poner un ejemplo solo basta con recordar que ya nada se puede decir sobre las mujeres sin que se levante tremenda polvareda porque de inmediato empiezan los expertos en teorías del género y los inexpertos a de-generar los conceptos como machismo, acoso, maltrato, feminismo, discriminación, feminicidio-hombricidio, aborto etc. Y mientras tanto la miseria, el desempleo, la falta de asistencia en salud y la explotación de los capitalistas inescrupulosos están matando a miles de mujeres en el mundo.

Sobre el tema de los roles o gustos sexuales lo que diga un taxista, una figura de la farándula o un presidente no debería ser objeto de polémica porque son opiniones personales políticas y ellos en lugar de salir a hacer “rectificaciones” hipócritas, deberían tener el valor o el coraje de decir “Si, yo soy orgullosamente machista”, así como otros se dicen adventistas, conservadores o hinchas del atlético Caparrapí. Lo que sucede es que en el siglo XXI todos quiere ser políticamente correctos porque ahora lo más sagrado es salvaguardar la imagen pero, tal vez deberíamos ser más condescendientes con la sinceridad de un machista que con la hipocresía de los oligarcas que utilizan a las mujeres y a los negros como Obama, Condolezza Rice o Margaret Tacher para ponerlos a perpetuar la explotación, las guerras y la degradación del planeta.

Tampoco debiéramos dejarnos arrastrar hacia esas polémicas porque el machismo no es algo que se inventaron solo los chicos malos para someter a las mujeres, sino que son formas de relacionamiento social que partiendo del reconocimiento de diferencias biológicas, cada grupo humano o “cultura” le ha dado su sello particular. De ahí que, en realidad con el binomio Venus-Júpiter existen miles de machismos y esperar que algún día hombres y mujeres de Mongolia, Arabia u Oceanía se traten de iguales, o como se tratan las personas de Noruega, puede parecerle a muchos una aspiración muy progresista, pero nada nos dice que sea una meta realista, pues es tanto como querer imponerles, en esta globalización homogenizante, la “democracia” norteamericana a las comunidades indígenas del Amazonas.

La otra arista del tema es que de continuar por esa senda de estimular las posiciones de los feministas recalcitrantes, donde una mirada, un piropo o un silbido ya es un delito, pronto llegaremos a censurar las películas de Cantiflas y miles de boleros. Así hombres y mujeres, por igual saldremos perdiendo, porque cada día el temor hacia el otro nos irán conduciendo al terreno seguro de la indiferencia del solitario y hacia otros fetiches como los que nos ofrecen los emprendedores que hacen dinero con las muñecas de plástico y la pornografía. Los chistes sobre las ventajas de tener mujeres de goma, para evitarnos las suegras, las chicas calculadoras, cantaletosas, o las que se quejan de acoso o de dolor de cabeza a la hora del sexo, son ingeniosos, pero son un índice que vamos derecho a una tétrica deshumanización. Y no creo que eso sea lo que todos queramos con tanta polémica inútil, mientras los poderosos se siguen frotando las manos.


lunes

EL DISCURSO MANOSEADO DE LA MOVILIDAD Y LA SEGURIDAD





Para la clase dirigente de este país los dos grandes problemas que tenemos son los de movilidad y seguridad, porque en la medida en que se reducen los costos y tiempos de transporte de sus mercancías, aumentan la ganancia y entre mejores sean las estrategias de “seguridad” mayor control logran sobre la disconformidad de la población. Sin embargo, en la medida en que se construyen autopistas, los problemas siguen creciendo y a pesar del constante aumento del pie de fuerza, no logran aminorar la delincuencia. Por ello poco a poco se abre paso la idea de que en Colombia necesitamos una transformación de la sociedad y de las entidades del Estado porque ya nos vamos cansando de que los politiqueros nos obliguen a creer que los problemas de los ricos son los mismos que afectan a los pobres afectados por el desempleo, la desatención médica y el mal servicio de educación.
A pesar de todo esto a nuestro presidente, el genio del emprendimiento, solo se le ocurre insistir obedientemente en la vieja fórmula de, hacer más autopistas, regar los campos con batallones y glifosato, hacerse el loco con las chuzadas, negar los falsos positivos y tratar de desconocer los acuerdos de paz. Además, ahora anda con el cuento de cambiarle las funciones a la policía, sin prestarle atención al reclamo nacional para que se depuren y transformen de verdad las entidades encargadas de la (in)seguridad de los colombianos.
De acuerdo con el plan del presidente Uribe, perdón… Duque, los policías dejarán de cumplir funciones administrativas o de regulación del tránsito e irán a las calles a “combatir el delito”. En principio suena muy bonito, pero de lo que se trata es de ampliarles el negocio a los amigos para que firmen más contratos de vigilancia privada con el Estado.
Cederles a los Agentes civiles las funciones de control del tráfico vehicular es insistir en una figura absolutamente fracasada porque en este país la gente hace lo que se le viene en gana. En ciudades como Cali, después de más de 40 años de funcionamiento, los Guardas carecen de autoridad y el miedo se los come vivos, ya que no han sido pocos los casos en que los motociclistas y los piratas los han agredido con violencia.
De otro lado, hacer que la policía, y sobre todo los jóvenes auxiliares, se paren en cada esquina a simplemente ver pasar la gente es una infamia que solo se entiende dentro de las estrategias simulación, muy característica de Estados como el nuestro donde los burócratas tratan de demostrar que hacen, pero sin hacer. Es una infamia porque esta oligarquía sigue viendo a esos servidores como meras fichas que se mueven en un tablero. Es un irrespeto el querer matarlos de aburrimiento al asignarles una función meramente reactiva y es un desperdicio de sus potencialidades humanas. Aunque nos muestren cientos de estadísticas oficiales sobre la efectividad de esos funcionarios, la verdad es que muy poca cosa ha cambiado con el nuevo código de policía, porque ni se inmutan frente a tantas cosas que hacen de las ciudades, lugares invivibles. Por ejemplo, ellos son incapaces de decirle una palabra al motociclista que invade las aceras para irse en contravía, porque “esa no es mi función” y da coraje que, cuando uno les pide que sancionen a los taxistas que se orinan en los parques, ellos nos respondan: “haga la cartica y llévela a la alcaldía”.


Lo que necesita este país no es una policía represora como el ESMAD, ni agentes patrioteros que se ciñan a cumplir con las funciones de su “especialidad”, sino una policía cívica, integral, profundamente comprometida en ayudar a mejorar la vida de los ciudadanos. Hay que facilitarles una lonchera para que no fomenten las ventas informales, seleccionarlos muy bien, darles buena formación para que en lugar de estar chateando en las esquinas, estén alertas a las irregularidades pero también para que cumplan tareas elementales como solicitarle a los ciclistas el respeto de los semáforos, explicarle a los peatones el uso de las cebras y para que ayuden a los ancianos. Igualmente es muy importante que desarrollen iniciativas que propicien el cuidado de los bienes públicos y de la naturaleza. A los policías hay que estimularlos para que favorezcan la formación ciudadanos solidarios con los demás y respetuosos de las normas de convivencia. Por su puesto que esta propuesta suena a utopía, en tiempos de derechas recalcitrantes, pero debemos apuntarle a una visión más humana sobre los servidores públicos de la seguridad, si queremos llegar a una sociedad mejor.


miércoles

LOS EMBUSTES DEL LIDERAZGO GERENCIALISTA



A lo largo de la historia los científicos han demostrado que es posible sostener teorías falsas por siglos o décadas, como lo hicieron con los cuentos del flogisto y el éter, pero lo interesante es ver cómo algunos individuos, en un momento dado, se atreven a pensar de manera distinta para intentar demostrarle a la mayoría, que están equivocados. Aunque muchas veces ese atrevimiento lo han pagado incluso con la vida misma en la hoguera o con el desprecio colectivo.

Hoy, debido a los últimos desarrollos del sistema capitalista, la doctrina dominante es la que tiene que ver el liderazgo gerencialista y la masa está tan engolosinada con toda la tecnofraseología que la acompaña que es imposible hacerle entender a los eruditos, que en realidad estamos nadando en un mundo de mentiras como aquella del flogisto. Así sucede porque los sistemas de poder funcionan gracias a que logran hacer que las personas solo puedan pensar en lo que les es permitido pensar. La hegemonía del sector dominante consiste precisamente en lograr que la gente se sienta a gusto tratando de formar parte de aquello que los otros hacen e intentando sacar algo de provecho de la moda. Eso sin importar que “a los demás”, que puede ser la mayoría de las personas, no les vaya bien.
Los que se dicen expertos en “management” predican que el bienestar social es posible si logramos que todos los individuos, con la genialidad innovadora, se hagan emprendedores como los grandes millonarios, que han aprendido a convertirlo todo en oportunidades de negocio. Muchas personas creen en eso, tanto que logran montar su negocito y aunque nunca conquistan la solvencia económica se sienten orgullosos de haber llegado a ser, al menos, hinchas del millonarios.

Es innegable que los conferencistas de las teorías de superación personal son muy buenos vendedores de sueños, aunque, cuando nos cuentan las historias fantásticas de emprendedores famosos, van dejando en el aire la idea de que la pobreza de la inmensa mayoría de los individuos se debe a la pereza, a la falta de verraquera o audacia. A los egresados de carreras como administración de empresas, los expertos les hacen creer que todos están listos para ejercer el liderazgo, que son emprendedores y están capacitados para manejar o crear hasta grandes empresas trasnacionales, pero cuando van a la realidad se estrellan con la complejidad de las razones históricas o sociológicas que reproducen la inequidad.

En Colombia por ejemplo tenemos que mientras los hijos de los ricos se pueden formar en las mejores universidades del mundo y regresar a trabajar en la empresa de papi, a la clase media le toca las universidades de mediana calidad, a plebe afortunada le corresponde la “educación para el trabajo” y al resto, la universidad de la calle. Los primeros llegan a ser audaces dirigentes políticos y gremiales dotados de iniciativa celestial, a las clase media le corresponde el rol de luchar por el ascenso social en los puestos de mediana importancia socioeconómica, a los peones les queda la tarea de aprender a obedecer con humildad y los últimos no logran salir del circulo vicioso de la miseria y la delincuencia.

Dentro de las grandes mentiras del gerencialismo también está la que sostiene que quien sabe hacer dinero para sí mismo, podrá hacer dinero o pensar en el bienestar general. Lo sorprendente es que a pesar de las consecuencias nefastas de los liderazgos plutocráticos la ilusión continúa y se renueva en cada periodo electoral. Ser un líder convencional, defensor de statu quo, es relativamente fácil, por cuanto solo tiene que irse acomodando a las circunstancias, seguir la partitura de las élites y saber llevar a las masas por un camino sin sobresaltos, entre las boberías tradicionales y el jolgorio farandulero. De otra parte, lograr el liderazgo político y social de las clases sociales sometidas a la explotación no es una tarea que cualquiera pueda alcanzar de la noche a la mañana porque es sumamente exigente, pues se debe estar en formación socio política constante para poder actuar con coherencia y lograr, desde el pensamiento crítico, evaluar o visualizar lo no permitido, aquella realidad alternativa que se quiere construir. Como el poder que las oligarquías han construido dentro de las estructuras sociales y sobre la ignorancia de las masas durante siglos no está a la vista de todos, le corresponde a los que ejercen el nuevo liderazgo, desenmascáralo y transformarlo para poder cambiar la realidad. Pero no se debe olvidar que las oligarquías con algunos de sus fieles servidores de la clase media, también se van reinventando y mimetizando entre los falsos salvadores del pueblo.