Opinar sobre lo que escriben
otros es tarea bien ingrata porque es muy difícil tener contenta a tanta variedad de lectores que hay. Sin embargo la misión de un escritor es mostrar
algunos elementos de juicio y fijar su posición con la esperanza de que en el
cerebro de los lectores se produzca aunque sea un ligero cosquilleo.
En materia de lectores hay a quienes
no les gusta mirar ningún texto, algunos sólo leen la biblia, otros prefieren
los libros de superación personal, y también están los lectores de libros
“cerios”, aquellos que descalifican de plano las revistas de corazón y los
periódicos de circulación gratuita.
Entonces ¿Qué posición tomar? La
respuesta es bien complicada porque depende de nuestros gustos, estados de ánimo,
circunstancias sociales o individuales, necesidades profesionales etc. Empero lo
cierto es que uno puede y debería leer de todo porque nadie ha muerto por ello,
aunque si no se tiene una perspectiva crítica y se hace una mala mezcla de lecturas
a lo mejor le dé una buena borrachera de espíritu, como la que se ganó don
Quijote de la Mancha.
Los libros
Algunas de las características
de este tipo de publicaciones son las siguientes:
- Proponen caminos a seguir para alcanzar la felicidad y el éxito individual. Por eso pretenden demostrar que no asumen ninguna perspectiva política.
- Son textos escritos para un público promedio, con un lenguaje poco exigente y familiar, lo que los aproxima a los buenos consejos de la abuela o a la prédica cristiana.
- Tienen pocas páginas, letra grande y al ser muy demandados por el público los hacen en gran tiraje, con lo cual reducen los costos por unidad.
- Apelan con frecuencia a la etiqueta de Best Sellers o a la pretendida fama mundial de sus autores para aprovechar el espíritu gregario de la masa.
- En cuanto a su sustento teórico, algunos continúan adoptando los argumentos de orden religioso, otros recurren a visiones “alternativas del mundo” como la parasicología, el Feng Shui y las corrientes de la meditación oriental. Aunque no faltan los que para ponerse a tono con la cientificidad de moda, le agregan palabras del lenguaje rebuscado de la psicología, datos estadísticos y citas sobre informes de “investigaciones científicas recientes”.
Los lectores
- Como los libros de superación no son tóxicos, cualquier persona, así sea que tenga un nivel bajo de lectura, puede leerlos gracias al tono coloquial que emplean y a su vocabulario sencillo.
- Muy seguramente todos en algún momento de nuestras vidas hemos tenido la oportunidad de mirar el contenido de dichos libros, ya por casualidad, por curiosidad y por necesidades espirituales precisas, como cuando enfrentamos problemas de desamor, soledad, perdida de autoestima, desesperanza etc.
- Debido a ello hay quienes ven en estos libros la posibilidad de ampliar su inteligencia emocional, ya que nos invitan a examinar los sentimientos y aspiraciones de los seres humanos, en torno de la felicidad, la rabia o la frustración.
- Por lo regular quienes más apelan a los libros de superación son las personas poco aficionadas a las lecturas densas de las ciencias, las artes, la historia o la filosofía académica, porque su universo gira en torno de la comunicación oral. Ellos corresponden al estereotipo de los egocéntricos, también caracterizados por ser conservadores, aparentones (con formalidades de cliché), perfumosos, místicos y ansiosos de status. Es decir chic@s plásticos, del tipo: reinas de belleza, secretarias, vendedores (Network Marketing, Multinivel y Pirámides), comerciantes, aficionados al deporte, motoristas...
- Por el contrario los que se juzgan a sí mismo como de izquierdas, revolucionarios, intelectuales y profesionales que requieren actualización continua de sus áreas de conocimiento, no suelen frecuentar dichos textos por considerar que pertenecen a la “cultura light”, como las películas de acción, los horóscopos, Cosmopólitan y las revistas de corazón.
Comentarios personales
Los libros de superación, si se
les examina con independencia de criterio nos pueden ayudar a conocer las dimensiones
espirituales de ser humano y algunas de las actitudes más comunes que toman las
personas hacia ellas.
Gracias a que se parecen a los consejos de la abuela, se han constituido en un placebo frente al dolor humano, pues la mayoría de los individuos no logran entender que para alcanzar los objetivos hacen falta trabajo continuo, sudor e incluso lágrimas. Hay pues una distancia gigantesca entre atesorar buenos consejos y dar pasos en la dirección correcta. Dicho de otra forma: si usted no tiene la claridad, el coraje ni la disciplina para luchar por sus metas, se puede quedar toda una vida leyendo este tipo de publicaciones, sin lograr nada.
Estos libros, tan hábilmente promocionados por los teóricos del liderazgo y el emprendimiento, tienen la limitante de predicar que la realización humana es un asunto de voluntad individual, cuando somos seres eminentemente sociales que dependemos en buena medida de las circunstancias políticas.
La lectura y la escritura son pilares del mundo moderno |
Para dejar atrás las frases
formales y huecas que encontramos en internet y escuchamos en la calle, sobre los problemas humanos, debemos
recordar que si bien es cierto que antaño la comunicación oral era suficiente
para la vida de las aldeas, en los últimos siglos leer y escribir correctamente
se han constituido en los pilares del conocimiento moderno, por eso debemos superar
la medianía y buscar los textos de máxima calidad. Además tenga en cuenta que la palabra hablada, la
lectura, la escritura y el dibujo (las artes) son mecanismos que nos sirven
para estructurar y transmitir nuestras ideas. En la medida en que nos
ejercitamos en dichos mecanismos vamos mejorando nuestra inteligencia y
lograremos que la comunicación con los demás se vuelva más rica y placentera.
Si usted
está interesado en leer algo más al respecto, puede visitar los siguientes enlaces:
http://www.carolinaeg.com/2013/06/por-que-no-me-gustan-los-libros-de.html#.U7AJo5RJxGY
http://psicologia.laguia2000.com/general/el-hombre-de-plastico
http://psicologia.laguia2000.com/general/el-hombre-de-plastico