Mientras hacía mi presentación
Ante la gobernadora y la
Ministra,
ellas se dedicaron a Chatiar
porque la reelección estaba cocinada.
CAMPAÑA A LA RECTORIA
2022 |
Presento un resumen del programa, pero antes dejo dicjo esto: ASI FUE COMO ME SACARON
DE LA FACULTAD DE ADMINISTRACION
NOTA IMPORTANTE
En el 2022 finalmente se me hizo entrega del informe de Credenciales con fecha que no contiene continuidad. Lo que indica que se ha podido escribir en cualquier momento despues de mi solicitud de informacion.
Lo mas destacado es que ninguno de los libros que me ha publicado la intitucion Universidad del Valle mereció reconocimiento para asignación de puntos. Así son las cosas.
CAMBIAR EL MUNDO
CON DISCIPLINA E INTELIGENCIA
Presentación
En el año 2015 me postulé por primera vez para la rectoría de la Universidad del Valle y aunque prometí no volver a participar en este certamen, de características poco democráticas, hoy vuelvo a hacerlo porque: las tareas que en aquel entonces le propuse a la comunidad universitaria siguen sin realizarse, las campañas son el momento en el que podemos discutir sobre casi todas nuestras preocupaciones y porque los compromisos que se lograron pactar con el gobierno nos obligan a quienes estuvimos en las calles, a seguir luchando para que se cumplan y no se dilapiden los recursos.
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Sumemos: ¿cuanto dinero en energía y agua este puesto de comida informal,
le ha constado al erario público? |
1. Introducción
Para comprender lo que está sucediendo con la
educación superior a esta altura del siglo XXI, es necesario examinarla en el
contexto del control mundial de dos ideas fundamentales: la de la tecnocracia
utilitarista que ve en la naturaleza una fuente inagotable de riqueza y el pensamiento
neoliberal que nos somete a la lógica del mercado, el consumismo, las
privatizaciones, el individualismo y la avaricia. Las consecuencias de ese
proceso global están a la vista y van en aumento: deterioro de los ecosistemas,
mercantilización delos derechos del ciudadano, aumento de las desigualdades
sociales, la conversión de los productos tecnológicos en fetiches para el consumo
y la pérdida de los valores que sostenían el sentido de comunidad.
Estos son tiempos complejos, porque a pesar de que ya
en muchos países la educación se le ofrece gratuitamente a los ciudadanos, está
muy extendida la preocupación por la perdida de la consideración especial que
tenía la sociedad hacia la figura del profesor y entre los académicos, en tono
bajo, se comentan las malas prácticas a las que recurren los colegas para la
consecución del prestigio y el dinero.
En Colombia con la constitución del 1991 entramos
oficialmente en la globalización actual y los empresarios-políticos con sus
leyes, desmantelaron muchas de las entidades del Estado para convertirlas en
unidades de negocio particular. Dos ejemplos de ese proceso los tenemos en la
ley que garantizó la privatización del sistema pensional y la ley 30 de la
Educación Superior que dejó las universidades públicas maniatadas, sin
democracia interna y le abrió las puertas a los emprendedores para que pudieran
aprovechar más el “segmento de mercado” llamado “educación privada”. A partir
de esa ley aparecieron las universidades de garaje, se fortalecieron las
grandes universidades privadas, gracias a los contratos y prebendas especiales
que desde el Estado se le otorgan y la universidad pública, aunque también ha
crecido en menor proporción, no ha hecho más que padecer cíclicos periodos de
crisis financiero-administrativas. Para remediar en algo la situación, las
universidades públicas recurrieron a la creación de cursos de posgrado o extensión,
una forma velada de privatización, que sin embargo no atajaron la gran crisis
reciente.
Así fue como el sistema colapsó en el 2018, pero gracias
a un prolongado periodo de protestas del estudiantado y de un sector del
profesorado se logró pactar con el gobierno del presidente Duque, un acuerdo
para la recuperación financiera y la normalización de los profesores
contratistas. Entonces aquí nos topamos con dos tareas importantes que se deben
abordar en lo nacional: garantizar que lo acordado se cumpla a cabalidad y que
los nuevos recursos no se destinen al derroche, a las nóminas paralelas o la
mala contratación. No obstante queda pendiente una reforma a la ley 30 que
posibilite de forma real en las universidades públicas, la democracia interna, el
derecho a la gratuidad de una titulación por estudiante y sobre todo la
autonomía, para contrarrestar en algo, los efectos de la imposición de los
actuales parámetros de “calidad” basados en indicadores de gestión.
La Universidad del Valle es la universidad más importante del sur occidente colombiano y a pesar de las crisis que ha padecido continúa haciendo grandes esfuerzos por cumplir con su misión de formar mejores seres humanos, empero tiene que irse ajustando a la realidad cambiante, construirse en democracia y transparencia, porque avanzan de forma preocupante la falta de coherencia, el clientelismo, el individualismo y la falta de compromiso por parte de algunos miembros de nuestra comunidad. En consecuencia, es tarea de todos comprender que la democracia es un sistema muy exigente, debido a que no funciona sobre el principio de que cada cual pueda reclamar lo que se le ocurra y que pueda hacer lo que le plazca. La democracia es un pacto colectivo que se basa ante todo en el respeto del otro y de la ley. Ahora que, si no nos gusta la ley, la tarea es tratar de cambiarla dentro de la legalidad. Es por esto que algunos vienen planteando, con buena dosis de razón, que en el ejercicio de la democracia, la autonomía y el interés por mejorar la gobernabilidad o la transparencia en la universidad, lo que necesitamos es construir nuestro pacto social, es decir una constituyente, donde podamos recordar lo que Henry Churchil escribió: “Si el gobierno del pueblo ha de ser para el pueblo, debe también ser por el pueblo”. Obviamente que no es algo sencillo, pero podríamos inténtalo, porque la universidad no puede seguir como va.
Está demostrado que nuestra Universidad a veces
funciona sola, casi por inercia, y podemos seguir igual, porque cada cual cuida
su rol del momento. Pero, estimados colegas, trabajadores y estudiantes, quiero
invitarlos a hacerse partícipes activos de mi manera de ver las cosas para
poder reorganizar la casa. Si cada uno de nosotros no pone de su parte y deja
al Rector solo, simplemente todo seguirá igual: perderemos lo poco que queda de
autonomía, la “corrupción legal” se comerá el presupuesto y la apatía nos
sumirá en una institución mediocre. Aunque también es cierto que un rector debe
poner de su parte, ir a donde está la gente, predicar y practicar el dialogo con
respeto, no hacer como si ingresara en helicóptero, derecho a su despacho o atender
desde las oficinas satélites. Yo entiendo que no es fácil porque aún hay muchos
espíritus malignos que no entienden que las cosas tienen que cambiar.
3. La academia
Con respecto a la docencia tenemos un grave problema
debido a que el sistema de estímulos que se orienta desde Colciencias, con toda
su parafernalia de indicadores cuantitativos, están haciendo que muchos
profesores se preocupen por su vinculación con los posgrados, los grupos de
investigación y la realización de los ya famosos artículos indexados, con lo
cual los pregrados se están descuidando. Urge entonces volver la mirada hacia
ellos para que los mejores profesores y no los monitores o “semilleros”, sean
los encargados de conquistar a los jóvenes para que le tomen cariño a las
ciencias y no vean a la universidad sólo como un trampolín profesional que les
permita entrar en el brillante mundo del consumo.
En materia de vinculación del profesorado, las cosas
no van bien porque a pesar de lo pactado con el gobierno para la formalización
de los profesores contratistas, se
plantea la convocatoria para el nombramiento de 90 nuevos docentes, sin
mayores aclaraciones y sin debate democrático. Esto es muy preocupante porque
no se está hablando de reestructurar los modelos de contratación y de concurso.
Es preocupante por dos razones: porque significa que el grueso de los
profesores contratistas seguirán sometidos a la farsa de la selección por “hoja
de vida institucional” y a merced del clientelismo de las facultades y porque
el modelo de los concursos docentes es perverso, carente de transparencia. Por
eso considero que la tarea es pensarlo bien para, distribuir los nombramientos también
con las sedes regionales, e introducir las cláusulas que garanticen la
estabilidad de los profesores contratistas, la ponderación adecuada de su
experiencia y sobre todo la transparencia.
Para proyectar de forma clara y permanente las
realizaciones de la Universidad, propongo dos tareas importantes: la primera
consiste en trabajar en coordinación con el Consejo Académico para encontrar un
mecanismo que facilite el vínculo más estrecho entre los medios de comunicación
institucionales (UV TV, Univalle FM y La Palabra) y las tareas de formación
académica. Y la segunda, es darle un mayor impulso al Programa Editorial para superar
la moda de los artículos o las compilaciones de artículos y facilitar, apoyar y
difundir los libros de nuestros docentes. Adicional a ello es necesario que en
unión con el sistema univalleuno de bibliotecas recuperemos el gusto por la
lectura en la región y eso se puede hacer llevando a los escritores a las
sedes.
4. Regionalización
Ya se han mencionado ciertas ideas que tocan algunos
aspectos de regionalización, porque, a pesar de que en las candidaturas nos
ocupamos preferencialmente de los temas de Cali, por efectos del centralismo
departamental, es importante jalonar el desarrollo para el conjunto. Sin embargo,
como nuestro objetivo es el bienestar académico, discrepo mucho de aquellos que
ven en el concepto de desarrollo, el acto de construir más edificios u oficinas
con mil bombillos y toques plateados como en los bancos. Todas las sedes,
incluida las de Cali viven con sueños de grandeza y eso es bueno, el problema
surge cuando no se dimensiona la realidad. Estarnos evaluando por el puesto que
ocupamos en el concierto internacional o nacional (el ranking) es una tontería
porque no estamos compitiendo en igualdad de condiciones ni debemos pensar en
competir, solo en ser mejores cada día. Tampoco es razonable comparar a Meléndez
con las otras sedes porque uno debe luchar por la identidad y no vivir mirando lo
que hace el vecino que casualmente siempre “tiene el jardín más bonito”.
Muchos quieren nuevos planes de estudio y posgrados,
sin considerar cuánto cuesta y pensando que la solución debe surgir de rectoría
o de Cali. Pues no. Cada sede debe hacer un estudio minucioso de las
posibilidades económicas, académicas y administrativas de sus propias
realidades. Y si consideran que pueden hacer ese esfuerzo, pues entonces
organizarse, insistirle al director de sede y construir una propuesta concreta
para llevar a las instancias que correspondan. La comunicación con Cali para
estos temas y otros no siempre es fácil y hay que entenderlo por los temas burocráticos
y debido a los factores geográficos. Eso no significa que no haya que intentar
mejorar los procesos.
Hayestudiantes envidian cosas de Cali, pero olvidan
que en Meléndez hay una sumatoria de problemas que no tienen las sedes. Yo vi en
la pasada campaña, con agrado que las sedes son hermosas, limpias y las gentes
en general se conocen y se tratan bien. En Cali reinan la apatía, el desorden,
las personas se tiran al piso llevados por la pereza y la droga se mezcla con
la rumba permanente. Repito: hay que buscar la excelencia pero cada uno según
su circunstancia.
Para apoyar la investigación de los estudiantes de
las sedes, se podría pensar en un programa de becas internas que, de acuerdo
con la evaluación de la dirección de la sede,le proponga los proyectos que
requieren que Cali apoye y así el estudiante pueda tener acceso a los
laboratorios, permanecer Cali por un semestre con los servicios de bienestar.
Si fuera el caso se podría prorrogar hasta por otros 6 meses.
Desde Cali deberíamos recuperar la “Semana
Universitaria”, realizarla una vez al año en simultáneo con las sedes para
intercambiar las conferencias, la presentación de libros, las actividades artísticas
y deportivas.
Continuando con la idea de fortalecer los pregrados
considero que a los jóvenes es necesario darles la oportunidad de equivocarse
en la escogencia de la carrera, por eso es importante seguir modelando el ciclo
básico de formación y facilitarles el cambio de plan de estudios por una vez. Y
valdría la pena pensar en otorgarle al mejor estudiante de cada promoción,
según el departamento al que pertenece, el paso gratuito al posgrado de su
escogencia, en Univalle.
El período de adiciones y cancelaciones, por estar
en un periodo tan avanzado del semestre, se ha constituido en un mecanismo
perverso que induce a los profesores y a los alumnos a la mediocridad y a un
desgaste innecesario, por eso es indispensable que revisemos el Acuerdo 009
sobre esta materia.
Como de nada vale seguir teorizando sobre la
importancia de estar en contacto con el mundo y seguimos con el pobre manejo de
los idiomas, la universidad puede asumir la tarea de elevar su nivel de inglés
y ampliar la oferta de idiomas extracurricularmente para estudiantes y
profesores. Estoy pensando en una oferta de cuatro niveles, pero, y esto es muy
importante, con precio reembolsable para aquellos que superen con nota de 3
cada semestre.
No cabe la menor duda que en este aspecto la
dirección universitaria tiene una enorme deuda. Hay un gusto por la creación de
nuevas obras y remodelar oficinas, pero seguimos con el mismo problema de
cafeterías y elevando el riesgo sanitario con la proliferación de ventas
informales. Cualquiera puede entrar y vender comida sin ninguna otra
consideración que el derecho a hacer dinero.
Sería ideal hacer que las cafeterías conformen un
sistema donde se evalúen también los convenios y servicios de los particulares.
La cafetería central de Meléndez, en particular debe estar abierta y
funcionando de 7 a 7 porque las necesidades de la comunidad universitaria no se
limitan al almuerzo. Sin duda la universidad, puede hacer que la cafetería ofrezca
desayuno y otros alimentos a precios cómodos. Lo importante es vivir en el
fomento de la legalidad y la salubridad, porque hoy son los propios profesores
y directivos quienes con el ejemplo, fomentan entre las nuevas generaciones la
informalidad. Luego nos quejamos de la corrupción.
Para reforzar los ingresos de cafetería, me parece
que se puede aumentar el número de jardineros para que atiendan además del
mejoramiento de las áreas verdes, el usufructo de nuestras especies frutícolas
y el reordenamiento de las zonas que puedan ser utilizadas como huertas. Para
ello hay que entrar en dialogo participativo con los estudiantes para apoyarlos
sobre la base de compromisos mutuos.
La otra tarea que tiene pendiente la Universidad del
Valle es completar el pago de las prestaciones de ley, me refiero a la
afiliación del personal a la Caja de Compensación Familiar. Ahora bien, como
eso es algo que puede requerir de un tiempo para su implementación, la rectoría
o la oficina de Bienestar Universitario, puede construir acuerdos con Fonvalle,
Fetrabuv y Piedralinda para ofrecer programas los domingos en el CDU o en las
sedes de Piedralinda. Eso es posible, lo que ha faltado es voluntad
organizativa.
Hemos hablado muchas veces sobre el aprovechamiento
del campus universitario en los períodos de vacaciones para vincular más a
nuestros estudiantes a tareas académicas, como cursos de verano, actividades de
extensión, y para las prácticas deportivas y sin embargo la dirección
universitaria no pone empeño real. Además bajo la denominación de extensión
creo que andamos confundidos, porque en algunas Facultades se cree que basta
con hacer énfasis en ofrecer ciclos de conferencias y espectáculos para el
consumo, cuando la idea debe ser integrarnos a la comunidad para interactuar
con ella, ofreciéndole nuestro compromiso, nuestro trabajo y nuestros
conocimientos, proponiendo soluciones a sus necesidades materiales y
espirituales.
En ese propósito de vincularnos más a la comunidad,
cada facultad tiene sus especificidades, pero en particular desde la Rectoría y
con la ayuda de la Facultad de Artes me gustaría volver a realizar
“Explorarte”, un evento que por muchos años organicé desde la Facultad de
Administración, para la promoción de la pintura entre los jóvenes de Cali.
8. Lo administrativo