Bombillos repelentes |
Lo mas increíble es que se culpa al "Calentamiento Global" de todas las catástrofes naturales. Se le toma como un ente abstracto, casi como si fuese un fantasma o un grupo de espíritus chocarreros al que se le pueden indilgar todas las desgracias, sin necesidad de evaluar las acciones de los individuos.
Particularmente veamos lo que sucede con las ciudades. En los ultimos años, parece que lo único que le interesa a los alcaldes es solucionar el problema de la m o v i l i d a d y en consecuencia corren a construir puentes, ampliar avenidas y a regar cemento y asfalto sobre toda la superficie de la tierra.
Las consecuencias se pueden ver en la siguiente imagen:
Consecuencias de la expansión del asfalto y el concreto en las ciudades |
En una ciudad dotada de amplias zonas verdes, buena parte de las aguas lluvias van lentamente a ser absorbidas por la tierra para formar los acuíferos y a dotar de humedad a las plantas y el aire. Las zonas verdes permiten igualmente que los rayos del sol sean amortiguados o absorbidos.
Por otra parte tenemos el prototipo de ciudad "moderna", donde los grandes edificios están apiñados en un espacio reducido y donde el cemento y el asfalto llenan todos los espacios de la urbe. Los parques donde jugaban los niños van desapareciendo para dar paso a amplias avenidas, los pastizales o zonas de cultivo pasan rápidamente a ser áreas para la especulación inmobiliaria y los alcaldes viven felices inaugurando calles y plazas de cemento. Las consecuencias son claras: Como el agua no es absorbida por la tierra rápidamente corre hacia las alcantarillas y la urbe aparece como un enorme embudo que conduce las aguas hacia los barrios periféricos y a los ríos más cercanos. Naturalmente se producen las inundaciones y las alcantarillas revientan y se mezclan las excretas con las aguas lluvias. Hay pues una relación directa entre crecimiento urbano y un aumento en el número de desastres causados por las aguas, río abajo. Por otra parte la enorme placa de asfalto, actúa como un espejo que revota el calor del sol y lo dirige al cielo y a las edificaciones, propiciando el uso de los sistemas de refrigeración y un mayor consumo de energía.
De manera que el dichoso calentamiento global no es mas que la expresión mas natural de la estupidez humana. Pero no de la Humanidad en abstracto, sino de aquella que está constituida por cada uno de nosotros.