Chica plástica o "gomela" |
Hoy cuando
están de moda las famosas “Redes Sociales” donde se mezclan sin ningún criterio
los conocidos, los amigos y los familiares lejanos o cercanos, deberíamos
preguntarnos:
¿De
todas las personas con las cuales sostenemos algún tipo de contacto, cuáles de
ellas realmente están contribuyendo a la formación de nuestros mejores valores?
¿Cuáles de nuestros amigos y familiares nos ayudan a tener empatía hacia los
demás, a ser más íntegros, honestos y solidarios? Porque, si en realidad quienes
nos rodean sólo son personas que sirven para satisfacer intereses mezquinos, lo
único que estamos haciendo es ayudando a la opresión y a la degradación humana.
De ahí la importancia de reconocer las características que definen a las
personas con quienes tratamos.
Entre
los errores más comunes que ha generado el desarrollo científico entre las
gentes del común es que cada uno considera que solo deben ocuparse de los temas
relativos a su propia esfera de conocimiento. De esta manera se deja todo
intento de comprensión sobre las formas de pensamiento en manos de los
especialistas en sicología, la toma de decisiones económicas a los economistas,
la filosofía a los profesores de filosofía y así sucesivamente.
Con
el paso de los años, gracias a mis lecturas y observaciones, considero que
tengo un punto de vista sobre las estructuras mentales de las personas que,
seguramente a alguien le puede interesar. Se me puede criticar que estoy
cayendo en el simple manejo de los estereotipos, pero si bien es cierto que al
agrupar conjuntos de características humanas, eso puede suceder, sirve en alguna
medida para entender y en ocasiones para prever la conducta de los sujetos.
Una
estructura es la disposición de las partes de un cuerpo que sirve para darle
sustento o forma definida. En una edificación nos referimos a la armazón de
columnas y paredes o pisos, sobre la cual van montados los otros elementos que
le dan forma. Digamos que es un esqueleto. Sobre esa esencia van los decorados
y las características no fundamentales o transitorias. Uno puede cambiarle las
puertas o las ventanas a una casa, pero al quitarle una pared podemos estar
afectando su particularidad y causar su derrumbamiento.
Para
el caso de las personas, diré que la estructura tiene que ver con sus valores
profundos o su visión de mundo y no consiste en sus opiniones o actitudes
transitorias sobre cosas no esenciales. Eso no significa que aspectos no básicos,
me impidan reconocer en algo la estructura.
Ahora
bien, si nos fijamos en los dos extremos de una recta podemos ubicar en el
costado izquierdo a los individuos solidario-socialistas y en el costado derecho
a las personas objetuales-individualistas. En el medio de esos extremos hay
toda una infinita variedad de posibles combinaciones, porque las personas no
son todas iguales y van evolucionando con el tiempo, a veces aproximándose a la
izquierda y a veces a la derecha. Cuando son jóvenes tendemos a la izquierda y
con los años las personas se vuelven conservadoras y tienden a la derecha.
Cuando se va ascendiendo en la escala social se es más progresista y en la
medida en que la gente se arruina se hacen conservadoras. Además en el mundo
proliferan los camaleones que por conveniencia asumen característica que no le
son propias.
En la siguiente tabla muestro esquemáticamente
los dos elementos estructurales extremos:
LOS SOCIALISTAS
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LOS INDIVIDUALISTAS
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Se ven a sí mismos insertos en la sociedad
y sienten preocupación por la vida de los demás. Son personas con vocación de
servicio.
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Estas personas se hayan anímicamente disociadas
de la sociedad. Piensan en servirse de ella para lograr su comodidad y el
bienestar de su familia.
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Como consideran que el mundo está mal
hecho, es injusto y se puede mejorar, se comprometen en ayudar a los demás.
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El mundo, si bien presenta deficiencias, es
para pasearse por él, para disfrutarlo. Por eso son indiferentes al medio y no
les interesan los grandes cambios sociales.
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Para comprender lo que pasa en su entorno,
tienen una actitud abierta al conocimiento, aman el estudio, la lectura y la
escritura. Son reflexivos.
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No se interesan por comprender la realidad
que les rodea, pues el conocimiento solo tiene un valor instrumental, es
decir que les sirve para alcanzar un mejor empleo y el ascenso social. Lo suyo es la comunicación oral y se muestran
seguros hablando de cualquier cosa.
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Compran libros y les gustan las lecturas
variadas, sobre ciencia, artes y textos académicos. Para diversión prefieren los
juegos de inteligencia y el cine europeo, aun en vacaciones.
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Leen la biblia y si acaso compran un libro, es de superación personal. Todo el tiempo quieren ver televisión y las
películas de acción norteamericanas. La idea de vacaciones es hacer nada y dormir.
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Por su formación y búsqueda del
conocimiento se aproximan al pensamiento racional. Algunos son abiertamente
ateos y los otros no son fervorosos seguidores de los temas del más allá.
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Como no conocen sobre cómo funciona el
universo, tienden a tener una visión mística y fantasiosa de la realidad.
Creen en amuletos, dioses, ovnis, religiones, magia, hechicería etc. Predican
la fe cristiana, pero son malos a la hora de poner en práctica sus creencias.
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Son los Revolucionarios y los
intelectuales. Por lo regular afiliados a los partidos de izquierda.
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Conservadores, iletrados, pertenecen a partidos
de derecha o se dicen apolíticos.
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Entre sus profesiones tenemos humanistas,
sociólogos, trabajadores sociales, algunos médicos, ecologistas, artistas,
geógrafos, biólogos, escritores, abogados, profesores.
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Administradores de empresas, contadores,
ingenieros, curas, miembros de los cuerpos militares, comerciantes, tenderos, taxistas, trabajadores rasos, técnicos informáticos, economistas de derecha y
vendedores.
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Ejercen el liderazgo comunitario, son feministas,
líderes sindicales, estudiantiles y de comunidades étnicas.
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Liderazgo empresarial, líderes a sueldo de
los partidos tradicionales y de las iglesias.
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Son permanentes reclamantes de justicia y luchan
por hondas transformaciones sociales.
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Son indiferentes a las injusticias y si
acaso, se hacen promotores de la caridad (que son medidas paliativas sobre lo
social, para que todo sigua igual).
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No son amantes de la cultura física o los
deportes, y si acaso lo utilizan como medio terapéutico. Por ello prefieren caminar
por el campo.
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Amantes de los espectáculos deportivos, son
los hinchas de los equipos de fútbol y como son hedonistas, pretenden ser cultores
de su cuerpo. Van en carro al GYM y pagan la lipo porque no tienen control
sobre si mismos.
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Son en general descuidados de su apariencia
física.
Algunos parecen hippies todo el tiempo o
posan de intelectuales con morral de fique, guayabera y sandalias.
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Para estos lo fundamental son las
apariencias. Son las chicas y chicos plásticos. Gomelos, perfumosos que lucen todos los productos
de marca y las joyas de moda. Se ven a sí mismos elegantes y muy fotogénicos con
sus gafas oscuras.
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No les llama la atención los negocios y
solo procuran hacerse a un salario digno.
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Tienen un afán desmedido por el dinero.
Siempre están a la búsqueda de nuevas oportunidades de negocio o de “$uperación”.
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Toman distancia de la sociedad de consumo.
Gozan de teléfono simple, carro viejo, paseos ecológicos y cocina en casa.
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Esclavos de la sociedad de consumo. Teléfonos,
carros, motos, tablets, viajes en cruceros, cine y restaurantes de comida
chatarra cada fin de semana. Su aspiración: “El sueño americano”.
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Valores: luchadores por la dignidad,
intentan ser reflexivos, solidarios honestos, generosos. Sienten aprecio por
las grandes causas sociales.
No se afanan por ser populares pero buscan
pocas y reales oportunidades de amistad.
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Son campeones de la hipocresía. Mentirosos
y simples formalistas, egoístas y aparentan ser solidarios, para acrecentar su
capital social.
Tienen compañeros y no reales amigos porque las personas,
para ellos, son solo clientes o instrumentos para lograr sus fines
específicos.
Necesitan ser populares para poder hacer
ostentación de lo que son o consiguen con su dinero.
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Románticos sinceros, poéticos y soñadores.
Como buscan el amor honesto, rechazan el
uso de la prostitución.
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Amantes de la cursilería, pues utilizan los
esquemas románticos y la “caballerosidad” para lograr sus fines. Son mujeriegos
y traicioneros en el amor.
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Creen en la igualdad de género y respetan la
sexualidad ajena.
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Machistas, audaces, fuertes, (les gusta el picante) carnívoros y homófonos (aunque estos últimos
son cada vez más soterrados)
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En las fiestas prefieren los grupos
pequeños y se creen o desean ser degustadores de los buenos licores.
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Fanáticos de la rumba permanente y las
montoneras. El licor es alegría, otra oportunidad para la ostentación, para estar
con los compinches y hacer chistes machistas, racistas y obscenos.
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La mujer tiende a ser valiente, visionaria
y por eso busca construir su independencia material y espiritual. Quiere un
compañero sentimental, un hombre a quien amar en pie de igualdad.
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Entre los individualistas, el rol femenino
es el de un adorno, el de un ser cobarde que se subvalora y que por tanto
debe vivir sometida a las reglas de la familia, de Dios y del Qué Diran…. Ellas
para realizarse en la vida siempre necesitan de un hombre que le satisfaga
sus caprichos y las proteja de toda adversidad.
Han de guardar las formas, las tradiciones,
la apariencia y la elegancia porque son las que deben marcar el status de su
familia.
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Entonces,
cuando recién conozco a alguien, como todo el mundo, yo empiezo a evaluar su
traje, sus ademanes y sus opiniones y rápidamente me doy cuenta de hacia cuál
de esos esquemas tiende la personalidad de ese individuo y de acuerdo a ello sé
lo que puedo esperar. Así cuando me presentan a un súper formalista, con gafas
oscuras, tatuaje y cadena de oro, ya sé que no es un fulano con el cual pueda
entrar a dialogar sobre arte, ni filosofía profunda de la vida.
Por
esto mismo entiendo por qué es común que un policía le pegue a su mujer. Que un
vendedor sea toma-trago, zalamero con las damas y con su éxito, las deje
rápidamente con dos hijos. Tampoco me sorprende que un hincha del fútbol sea una
bestia en la calle. También se deduce que difícilmente un historiador soñará
con ser campeón mundial de fisiculturismo. Por eso entiendo que una reina de
belleza quiera ser dama caritativa y no se enamore de un literato, pues dirá:
“que pereza, todo el tiempo leyendo, no me acompaña a misa y como no me hace
escenas de celos es porque no me quiere”.
Los psicólogos y orientadores profesionales saben de estas estructuras mentales,
pero en lugar de ayudar a balancear a las personas, las invitan a irse al
extremo que conduce al éxito, al lado individualista para que busquen la
felicidad de la montonera. Al individualista le dicen estudie negocios, eso es
lo suyo. Y a la niña de ideales solidarios le aconsejan que se vuelva
enfermera, o que busque puestos subsidiarios a las actividades de los hombres.
Para
entender estas cosas y muchas más yo le recomendaría al lector, estudiar por
ejemplo la obra del sociólogo Pierre Bourdieu y visitar el siguiente enlace: http://www.slideshare.net/revirreverente/la-formacin-de-la-mentalidad-sumisa
Finalmente
agregaría que como estas estructuras mentales, no nos vienen genéticamente
determinadas, podemos modificarlas o atenuarlas de acuerdo con nuestra voluntad
y nuestra visión de futuro. No es nada fácil porque para lograrlo debemos tener
carácter y determinación. Además, piense usted, que si no tomamos conciencia del
daño que nos hacen ciertas amistades, la familia, los medios de comunicación de
masas y en general toda la estructura social que conforma el capitalismo neoliberal,
simplemente seguiremos siendo un rebaño del cual sacan provecho la oligarquía y
a los grandes emporios económicos.
Muchos
piensan que esta es pura carreta de izquierdistas, pero el día que la gente
aprenda a mirar de manera critica las cosas que hace y lo que pasa a su
alrededor, será posible pensar en un mundo mejor. Suena a utopía,…. pero son las utopías
las que transforman nuestras vidas. Recuerde por ejemplo que, de no haber sido
por la lucha que libraron los comunistas y socialistas durante el siglo XIX, el
capitalismo todavía tendría hoy a los niños trabajando como esclavos.