domingo

GALERIAS, UNOS FOCOS DE INFECCIÓN

La palabra galería suena muy linda cuando la acompañamos de otra para decir “galería de arte”, inmediatamente pensamos en aire acondicionado, pulcritud, luminosidad, amplitud y belleza. Sin embargo cuando la dejamos sola y decimos “La galería” nos recuerda lo peor de lo peor. Pero eso no es todo, cuando intentamos reemplazarla por la expresión “plaza de mercado”, no logramos remediar el recuerdo hediondo de la galería. Es una lástima porque en otras partes del mundo, la plaza de mercado es un microcosmos variopinto de sonidos, colores y olores que da gusto visitar y atrae incluso a los turistas. 

Centro de la ciudad de Cali
En Cali no tenemos plazas de mercado, lo que tenemos son espacios gangrenosos que con su podredumbre, infectan y contaminan cuadras enteras a la redonda porque a nuestros gobernantes solo se les ocurre “remodelarnos el cielo” con sus famosas Megaobras. Nuestros alcaldes doctores, saben bien el enorme riesgo sanitario que los habitantes corren al frecuentar esos espacios y si no hacen nada, no es por incapacidad sino porque ellos gobiernan para hacer cosas vistosas como puentes y autopistas que dan votos entre los ingenuos y proyectan la “modernidad” que los capitalistas necesitan para seguir chupándole la sangre a las masas populares. (Renuevan la confianza inversionista). Ahora bien, los caleños tenemos que ser conscientes que las cosas pueden cambiar de la misma manera que logramos liquidar la guerra del centavo que nos impusieron durante décadas los empresarios del transporte. Para ello toca mirar la experiencia de otras latitudes, proponer creativas alternativas y exigirle a los alcaldes acciones concretas. No es posible que a unos metros de las oficinas gubernamentales las personas impunemente depositen su estiércol, monten negocios informales que dejan montañas de basuras y que los maleantes se apoderen de la noche, como sucede en los alrededores de la “desaparecida” galería del Calvario. 

Cerca de la estación de la policía de Fray Damian
Si usted quiere conocer la Colombia real, disfrute dándose un paseíto en las horas de la noche por los alrededores de la estación de policía de Fray Damian, por detrás del otrora teatro Ayacucho…. Si sale vivo dele gracias a su dios. Yo recuerdo que al otro lado del océano, en un pequeño pueblito de Cataluña llamado Canet de Mar la plaza de mercado era un espacioso y bello edificio dentro del cual se desarrollaban las transacciones comerciales y a veces algunas actividades populares que atraían a los turistas. Afuera nadie podía vender un limón siquiera. Abría sus puertas a las 5 de la mañana y a las 2 de la tarde todo debía quedar limpio pues cerraban hasta el nuevo amanecer. Después de esa hora en las calles aledañas disminuía el numero de carros y quedaban tan tranquilas como en cualquier otro barrio. No cabe duda que entre Canet de Mar y Cali hay una enorme brecha y no me refiero a las profundidades submarinas sino a la mentalidad de nuestros conciudadanos porque si bien es cierto que buena parte del caos que se vive en Santa Elena, en Siloé, en el Porvenir, en la galería de la Nueva Floresta y en la del Alameda, se debe a la falta de gobierno, a la indiferencia de los alcaldes, también los usuarios son los que cada día han venido construyendo esos espacios gangrenosos. Unos por acción y la mayoría por omisión.

Cerca de la galería Alameda

Galeria de Siloé