jueves

LA RESPONSABILIDAD

El calentamiento global, la corrupción, la falta de educación, la enfermedad del sistema de salud y el desempleo son solo algunos de esos temas del que muchos hablan, pero frente a los cuales muy pocas voces se escuchan, para asumir su cuota de responsabilidad. Millones de personas por ejemplo todavía piensan que asuntos como el de la contaminación o el cambio climático son meros temas de esparcimiento que producen los medios de contaminación y no tienen nada que ver con sus aspiraciones de lograr unos niveles de consumo superiores; siguen pensando que el bienestar es tener carro, yate, y andar de shoping por el mundo.


Frente a la corrupción tales individuos consideran que solo se produce por la existencia de unas cuantas “manzanas podridas” y en consecuencia se la pasan cada cierto tiempo vociferando a rabiar contra el senado de la república porque no encuentran otro chivo expiatorio. Pero acaso usted alguna vez a escuchado decir “Yo vote por ese senador y es mi culpa”? Seguro que no y cada cuatro años vuelven con sus partidos a votar por los mismos de siempre! Ya lo vemos, a pesar de tanta polvareda desatada por la fiscalía, la procuraduría y demás ías, continúan los uribistas, los del partido conservador y sus aliados disfrutando de las mieles del poder prometiéndonos 4 años mas de la misma receta, pero ahora utilizando el disfraz de un partido de centro. Los hipócritas son tantos que el señor Santos no dudó en liderar la campaña para tumbar la reforma a la justicia que sus compinches habían maquinado con tanto esmero.
Continuando con nuestro repaso por aquellos que tiran la piedra y esconden la mano sería bueno que examináramos cómo hemos llegado a tener esta educación pública tan mediocre: el gobierno no gira los recursos, los profesores se han concentrado en la conquista de sus salarios, los estudiantes tratando de pasar con la ley del menor esfuerzo e inscribiéndose en más de una carrera en las universidades publicas durante décadas para quitarle oportunidades a los demás. Y lo peor es que ahora que se abrió el debate para presentar una propuesta nueva y alternativa a la nefasta ley 30, la apatía del estudiantado y los docentes es reina y señora.
Frente al próximo colapso total de la salud asistimos a un espectáculo bochornoso, casi todos se tiran la pelota porque continúan en el poder los que se inventaron la idea de hacer de la salud de los colombianos un negocio lucrativo y aun son millones de electores, los que olvidan quién, con quienes nos impusieron la dichosa ley 100.
Finalmente he de señalar lo que sucede con el desempleo y el subempleo porque es indignante que sigamos insistiendo en ideas simples según las cuales la falta de oportunidades laborales se deba al Estado, a los para-fiscales y a la apertura económica. Los empresarios se lavan las manos diciendo que la taza de desempleo no es su culpa, pero viven felices con las facilidades que le da el gobierno de los ricos para echar a la gente, para pagar salarios de hambre y para utilizar la subcontratación. Y que decir de los que siendo empleados viven hambrientos de contratos, de los que tienen dos trabajos, o de aquellos que siendo pensionados le roban oportunidades a las nuevas generaciones?. Por su puesto que ese es un tema delicado porque tiene que ver con el derecho de unos a “mejorar sus condiciones de vida” y derecho de otros a tener una vida digna. Pero cuando vemos la mediocridad con la cual los dobles trabajadores desempeñan sus oficios y utilizan su salario simplemente para pavonearse derrochando el dinero en la sociedad de consumo, entonces pensamos que por ese camino de insolidaridad lo que se esconde es la lógica de:¡primero yo y los demás que se jodan! 
Pedimos pues responsabilidad política a los que intentaron imponernos la parajusticia santista, pero frente a un país tan destartalado como el nuestro la responsabilidad es de muchas otras personas que con sus actos cotidianos también vienen destruyendo la esperanza colectiva.